Decidieron posar ligeras de ropa en un calendario erótico para conseguir el dinero que les permita pagar el transporte escolar de sus hijos. Son catorce madres de alumnos del colegio Evaristo Calatayud de la localidad valenciana de Monserrat cuya historia ha dado la vuelta al mundo.

Su peculiar protesta les ha valido llamadas de medios de comunicación de EE.UU, Canadá, Bolivia, Colombia, Perú, Italia o Alemania. Hasta en México les han creado un club de fans en su honor.

"Nos sentimos abrumadas por la repercusión", explica Yolanda Peiró, una de las madres que ha posado para este almanaque, "pero esto nos da más fuerza para seguir adelante".

Según explican las madres en declaraciones a Efe, 83 niños, 35 de ellos de primaria y 47 de educación infantil, se quedaron este curso sin autobús escolar tras el cambio de criterios de la Conselleria de Educación.

El nuevo criterio establecía que si la residencia está a más de tres kilómetros en línea recta del centro educativo, estos alumnos deben desplazarse por su cuenta, según recoge la normativa. Desde entonces, cada día, algunos de ellos han tenido que recorrer andando los 6 kilómetros que separan su casa del colegio.

Por su parte, fuentes de la Conselleria de Educación han señalado a que en la Comunidad Valenciana hay más de 50.000 alumnos becados para el transporte escolar, que han estudiado el caso de Monserrat y que, como estos niños no cumplen los requisitos, no pueden hacer excepciones.

Para pedir soluciones, las madres afectadas no se lo pensaron un minuto "porque parece que el desnudo es lo único que vende", recordaba hace unos días una de las madres.

Y dicho y hecho. Posaron semidesnudas para una buena causa. Su causa.

A primeros de diciembre se pusieron a la venta 3.000 almanaques y de ellos, han vendido ya "más de 1.000" y cuentan que tienen reservados casi otros tantos.

Estas madres no se dan por vencidas y están dispuestas a continuar batallando hasta donde haga falta para conseguir su objetivo.

Hoy, sin ir más lejos, se han plantado en el centro de Valencia para vender su calendario y han logrado que hasta el mismísimo president de la Generalitat Valenciana, Alberto Fabra, les compre uno de los calendarios y lo mismo ha hecho la consellera de Educación, María José Catalá, además algunos otros consellers.

"Boquiabiertas nos hemos quedado cuando hemos visto que era el mismísimo President el que nos ha comprado uno", relatan varias de las madres, "la consellera de Educación también se ha gastado cinco euros en comprarnos uno, pero lo que queremos es que nos ponga el autobús".

Salir en los medios de comunicación les está dejando mil historias para el recuerdo de esta curiosa iniciativa. Cuentan que un jubilado de Madrid, al ver la noticia en la televisión, ha escrito una carta al alcalde de Monserrat para pedir un calendario porque no encontraba otra forma de poder conseguirlo.

"En una carta muy bonita nos decía que estaba con nosotras y que nos apoyaba al cien por cien", cuenta Yolanda.

También les ha sorprendido el encargo de una empresaria de la Comunidad Valenciana, ya que "más de cien de nuestros calendarios serán el regalo de Navidad que hará a sus clientes estas Navidades".

A pesar del apoyo recibido, ellas no cesan en su empeño "hasta que no nos pongan el autobús no vamos a parar", aunque de momento están pagándolo de su bolsillo, y es que "con el frío había muchos niños que se estaban poniendo malitos de ir caminando" pero continúan con su demanda.

Laura Triguero es una de estas madres de calendario. Para ella, todo lo que les está pasando "es fantástico" y es lo que les está animando "a seguir adelante".

"Mi marido me apoya desde el principio. Pensaba que no iba a ser capaz de hacerlo, pero por un hijo haces lo que sea", comenta esta joven mamá.

Otra de las mamás es Eva María Casas. Ella posa para los meses de junio y noviembre. Recuerda cómo al principio estaba "bastante nerviosa" debido a la falta de experiencia porque "ninguna de nosotras había ejercido antes como modelo".

Pero los nervios y la inexperiencia han merecido la pena. Y aseguran que continuarán en la brecha.