La Dirección General de la Guardia Civil ha fijado una tabla de ponderación según la cual se evalua el trabajo de los agentes de Tráfico en función de las denuncias y servicios que realizan. A aquellos que quedan por debajo de los límites que los jefes consideran oportunos a final de mes se les retira el complemento de productividad, por lo que su nómina se reduce entre 200 y 500 euros menos.

Esta práctica «fomenta la competencia entre los guardias y crea cupos de denuncias», según critica la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC), convirtiendo a los agentes de Tráfico en «cajas registradoras de las arcas del Gobierno».

Un detenido supone cinco puntos, una denuncia por conducción temeraria cuatro y una alcoholemia positiva tres. Estos son sólo algunos de los ejemplos del baremo establecido para evaluar a los agentes según el Resumen de Actividades Individuales (RAI).

Fuentes de AUGC critican que este «método evaluativo discriminatorio prima las sanciones y el afán recaudatorio a la vigilancia del tráfico y a los servicios humanitarios», por lo que más del 50 % de las patrullas se destinan a servicios de radar y control de transportes. En la provincia de Valencia varios agentes de Tráfico han sufrido este perjuicio económico, que se suma a la pérdida de la paga extra de Navidad.

Por su parte, la Dirección General de la Guardia Civil asegura que no sólo se valora el poner muchas multas, ya que se evalúan una decena de parámetros distintos. «El RAI de cada agente está formado en un 75 por ciento por sus actividades profesionales, como la realización de informes, atestados, oficios y auxilios a conductores en carretera, atestados judicial y también las sanciones».