El ilicitano Juan Guilló, de 62 años, y con una minusvalía física, perdió en mayo de 2011 su vivienda, a manos del Instituto Valenciano de la Vivienda (Ivvsa), al no poder pagar una deuda de 20.000 euros. Desde entonces inició una cruzada para que la Generalitat le diera una "segunda oportunidad" y le concediera una vivienda con un alquiler social que él pudiera afrontar.

Todas sus acciones, algunas desesperadas, han sido en vano, por lo que este viernes ha llegado a Valencia y se ha plantado a las puertas de la Conselleria de Territorio y Medio Ambiente. Amenaza con encadenarse si no escuchan sus reivindicaciones.

En el acceso al edificio, situado en el nuevo complejo administrativo Nou d'Octubre, Guillo ha montado un tenderete con sus pertenencias, toda la documentación de su caso y las fotos de sus sonoros actos reivindicativos en estos dos años.

Tal era su desesperación que poco después del desalojo inició una huelga de hambre que acabó 24 días despues, cuando tuvo que ser ingresado en un hospital por su mal estado de salud. De hecho, Guilló asegura que el Parkinson fue una de las secuelas que le dejó aquella huelga.

Pese a todo, Guilló no cejó en su empeño. Sin casa, pernoctaba en el rincón de una escalera de un edificio de Elx. A principios de este año decidió concentrarse todos los días en las puertas del Ivvsa de Alicante, con una pancarta que pedía la dimisión de uno de los responsables locales al que acusaba de "tráfico de influencias" en el barrio.

Al no conseguir resultado, llevó incluso su demanda ante el Síndic de Greuges y a la consellera Isabel Bonig. A la misma a la que se dirige su nueva plegaria, y para ello ha decidido acampar a las puertas de su 'casa', la Conselleria de Territorio.