El Proyecto Paula de lucha contra la diabetes, una iniciativa valenciana que surgió hace más de dos años con el único objetivo de recaudar fondos para fomentar la investigación científica en busca de una terapia efectiva que erradique esta enfermedad, que afecta a 347 millones de personas en el mundo, ha ganado un nuevo escalón al reclutar a una investigadora más para el equipo del Instituto de Investigación Sanitaria Incliva del hospital Clínico.

Se trata de la bióloga Irene Andrés que se suma al estudio del efecto de las células beta pancreáticas en pacientes que cuenta ya con un técnico, Sergio Martínez, que tiene un contrato de un año.

El Proyecto Paula ha entregado en solo un año 50.000 euros al Instituto Incliva que se han recolectado en iniciativas de lo más variopintas que organiza la impulsora y creadora del proyecto, Cristina Ponce, madre de una niña diabética que decidió que solo la ciencia podía ayudar a su hija y al resto de diabéticos.

Cristina bautizó el proyecto con el nombre de su hija y ahora esta valenciana ha logrado el apoyo de padres, madres, establecimientos y diferentes organizaciones de toda España. Las "huchas solidarias" se encuentran en tiendas de todo el pais. A diferencia de muchos proyectos políticos que han dilapidado los fondos públicos, en el Proyecto Paula, euro que se recauda, euro que se destina a la investigación

Cuatro científicos contratados

De hecho, con Irene Andrés son ya cuatro los científicos que han podido aportar sus conocimientos en un nuevo tratamiento.

Los dos primeros contratos se realizaron en el Centro de Investigación Príncipe Felipe, dentro del laboratorio que dirige la doctora Deborah Burks.

Los recortes económicos que la Conselleria de Sanidad aplicó al centro y la desaparición de la dirección científica que gozaba de toda la confianza de los impulsores del Proyecto Paula, llevó a su promotora a cambiar de centro de investigación y a dirigir todos sus esfuerzos económicos hacia una nueva línea que se puso en marcha en el Incliva.

En estos momentos, el equipo de científicos estudia una de las complicaciones más frecuente de la diabetes que es la enfermedad cardiovascular. Ambas son la principal causa de mortalidad en las sociedades occidentales.

El proyecto que dirige la doctora González Navarro analiza si la menor capacidad de segregar insulina de las llamadas células beta en pacientes con diabetes se correlaciona con cambios en la expresión de determinados genes.