El PP de la Comunitat Valenciana y el Consell de la Generalitat no eran ayer un exceso de entusiasmo ante la votación del próximo martes en el Congreso, cuando los partidos tendrán que decidir sobre la toma en consideración de la reforma del Estatut aprobada en las Corts y que incluye una cláusula para blindar las inversiones del Estado en la Comunitat Valenciana.

Las reuniones de Fabra en los últimos días con la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, y el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, dan para un optimismo muy moderado: Montoro se mostró «receptivo», pero la posición de partida del PP español es la de vetar las aspiraciones valencianas. Las «reticencias jurídicas» del Gobierno son la clave que explica esta negativa.

Así las cosas, la tónica en la clausura de la Escuela de Verano del PP celebrada ayer en Gandia fue de compás de espera. Desde Presidencia señalaron que hasta ahora se han hecho las gestiones que tocaba con la vicepresidenta y con Montoro, y ahora sus ministerios están analizando el texto desde el punto de vista «técnico y jurídico». El lunes será el día clave, apuntan. Sin embargo, en Valencia ya se asume que esas «reticencias jurídicas» son prácticamente insalvables.

De hecho, desde Presidencia relativizan el impacto real de esta cláusula, que contempla blindar en los presupuestos generales del Estado un porcentaje de inversiones equivalente al peso de la población valenciana en el conjunto de España, tal como figura en el Estatuto andaluz. Desde el Palau recuerdan que el Tribunal Constitucional ya ha advertido en el caso del Estatuto andaluz de que esa cláusula no es vinculante para el Estado a la hora de elaborar los presupuestos.

En cualquier caso, además de los intereses valencianos, en la votación del martes está en juego la imagen y el liderazgo del presidente Fabra. El jefe del Consell ya se sintió «agraviado» hace unos meses en el reparto de los presupuestos. El Gobierno recortó un 35 % las inversiones para la autonomía, pero Fabra dio por hecho en las Corts que en el proceso de enmiendas llegarían 140 millones extra como compensación. Finalmente, fueron sólo 100.000 euros, con el voto en contra del PP. Una cantidad irrisoria y un varapalo llegado de un Gobierno central del mismo color tras años censurando al Ejecutivo socialista desde la calle Quart.

Ahora, Fabra se la juega con esta propuesta de reforma del Estatut que heredó de Francisco Camps y que ha mantenido en la agenda del Congreso. Y el presidente está dispuesto a pelear hasta última hora para evitar otro golpe de descrédito.

Así, si la respuesta de los ministerios interpelados es negativa, el jefe del Consell apelará en última instancia a Mariano Rajoy para tratar de salvar en el último momento el trámite de la toma en consideración. Una llamada a Moncloa que aún no se ha producido, con Rajoy de viaje los últimos días entre la reunión del G-20 en San Petesburgo y, ayer, volcado en la candidatura de Madrid para los Juegos.

Una de las vías que se contempla, precisamente, es pedir que se vote «sí» a la entrada de la propuesta en el Congreso para ganar tiempo en busca de esa solución «técnica» o enmendarla.

Con todo, desde la dirección del PPCV trataban ayer de mantener el optimismo, y se encomendaban al trabajo en las últimas horas de Fabra, el síndic y encargado de defender la propuesta en Madrid, Jorge Bellver, y el secretario general, Serafín Castellano. «Hasta el rabo todo es toro», señalaba un dirigente.

Desde el grupo popular del PP en las Corts, con todo, lamentaron ayer que el partido se exponga a otra desautorización y se haya llegado a esta situación «por no hablar las cosas con Madrid». «Si Rajoy ha dicho que hasta 2015 no se hablará de financiación no tiene sentido pedir más dinero ahora», comentaba un diputado.

Precisamente, otra de las aristas del conflicto es la posición de los diputados valencianos del PP en el Congreso, que podrían verse en la tesitura de tener que votar en contra de la reforma estatutaria impulsada por su mismo partido en las Corts. Fuentes del PP no ven factible que, en caso de veto de Rajoy al proyecto, Fabra dé la consigna de saltarse la disciplina de voto para apoyar la reforma del Estatut, algo que sí que hará el grupo parlamentario socialista.

En este contexto de espera hasta el martes, Fabra aparcó ayer el discurso reivindicativo que ha mantenido en los últimos tiempos durante cada visita de ministros o del presidente Rajoy. Ayer, en la clausura de la Escuela de Verano ante la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, el jefe del Consell alabó la gestión económica del Gobierno. Y aseguró: «Estamos en un gran partido que sabe lo que necesitamos en el futuro. Necesitamos sentir el cariño de todos», dijo. Fabra recordó el apoyo y la coresponsabilidad del Consell con el Gobierno para salir de la crisis.

El PSPV presiona a los diputados del PP

El líder del PSPV, Ximo Puig, dijo ayer que «sería un ejercicio de irresponsabilidad, incoherencia, incumplimiento y traición» que el PP votara en contra el próximo martes en el Congreso «de reclamar más y mejores inversiones para la Comunitat» que supone la reforma del Estatuto de la Comunitat. «Sería incomprensible que el PPCV finalmente no votara a favor de la reforma del Estatut para incorporar una cláusula inversora que garantice a la Comunitat las inversiones que necesita», añadió. El PP «no puede abandonar a nuestra Comunitat, que este año ya sufre los peores presupuestos de la historia, ya que, tenemos un 6 % de inversiones cuando nos corresponde más de la mitad». Puig espera que el PP «rectifique y apoye esta propuesta».