Diputados del PP mostraron ayer en los pasillos de las Corts su malestar al considerar que no habían sido invitados al acto de Adhesión al Acuerdo por la C. Valenciana. El asunto fue la comidilla entre los populares tras la sesión de control al jefe del Consell y muchos de ellos, que querían acudir al evento, no entendían los motivos. La realidad es que los parlamentarios fueron invitados ayer a última hora pero la mayoría ni se enteró. Un miembro de la dirección explicó que se les envió un correo electrónico. Un mensaje que les llegó ayer minutos antes de las 11, con lo que los diputados estaban en el pleno. Al salir, muchos regresaron a sus comarcas pese a que inicialmente pensaban asistir.

El miércoles, a primera hora, nadie les comunicó la invitación en la reunión del grupo y el portavoz, Jorge Bellver, tampoco informó en el comité de dirección. El olvido intentó repararse ayer in extremis pero ya era tarde. En la sesión de control, la oposición acusó al presidente de vivir fuera de la realidad al «montarse», dijo, un acto «propagandístico» pese a la situación de la C. Valenciana. «Está en otro mundo, en la fiesta que esta noche se ha montado, que parece la de Halloween», le asestó el síndic socialista en funciones, Rafael Rubio, quien sustituye al convaleciente Antonio Torres. Una «fiesta», dijo, mientras «hay más de un millón de valencianos por debajo del umbral de pobreza, 723.000 parados, impagos y recortes». Fabra replicó: «No es una fiesta de Halloween, es una fiesta por la C. Valenciana y para hablar de optimismo y de futuro».

«¿Ve a los valencianos estúpidos?»

«Se ha montado un festival, porque allí, de sociedad civil hay poca», indicó Enric Morera (Compromís), quien instó a Fabra a pedir al presidente de Ford España, José Manuel Machado, asistente al acto, que traslade la sede social a la C. Valenciana, ya que «es una vergüenza rodearse de personas que no pagan sus impuestos aquí». «Del dinero de I+D valenciano sí que cobra», agregó. «Sí que le sabe mal que vengan empresas a crear riqueza y empleo», contestó Fabra. Juan Ponce, de Compromís, criticó a Fabra por «cambiar a los sindicatos por Cristina Tárrega». Y Torró cuestionó el «acto de propaganda con estrellas invitadas, como una presentadora de programas de TV frívolos, y el presidente de una multinacional con sede fiscal en Madrid». «¿Cree que un documento de Presidencia sin buscar consenso con nadie es lo que la sociedad necesita?» «¿De verdad piensa que los valencianos son estúpidos?», soltó.