Cuando entran en el quirófano después de haber tomado una decisión tan trascendente y difícil como es la de someterse a una cirugía extirpadora de pecho y ovarios saben que cuando despierten de la anestesia no les ocurrirá como a las mujeres que han pasado por toda la crudeza y coraje de hacer frente a un cáncer de mama, que salen con una parte de su femineidad totalmente mutilada. Las mujeres con mutaciones genéticas y un riesgo hereditario muy alto de desarrollar un tumor mamario que aceptan la extirpación como profilaxis para escapar del fatal diagnóstico, abandonan la sala de operaciones con ambos pechos reconstruido y con sus propios pezones y areolas.

De norte a sur de la Comunitat Valenciana alrededor de 150 mujeres han adoptado con valentía la misma decisión que la actriz Angelina Jolie: hacerse una mastectomía doble para huir del cáncer de mama.

Afortunadamente, estas mujeres salen del quirófano con su pecho. «Se les quita la mama por debajo de la piel que se rellena con una prótesis, colgajo del pectoral o grasa abdominal y se respeta el pezón y la areola», declara el doctor Ángel Segura, oncólogo y responsable de la Unidad de Consejo Genético de Cáncer Hereditario (UCGH)del hospital La Fe. La edad promedio de este grupo de mujeres valerosas es de 40 a 50 años.

Aunque lo que más impactó a la sociedad fue la intervención de ambos pechos de la actriz, posteriormente esta admitió que también tendría que extirparse los ovarios, una circunstancia frecuente en buena parte de las mujeres con mutaciones en los genes BRCA1 y BRCA2 que predisponen a ambos tumores, que van muy unidos. De hecho, en la C. Valenciana otras 200 mujeres también optaron por quitarse los ovarios.

Las tres semanas siguientes a tan impactante noticia, las cinco unidades de Consejo Genético en Cáncer Hereditario de la C. Valenciana (La Fe, Clínico, Elx, Castelló e IVO) recibieron más llamadas. La noticia agregaba un plus añadido de miedo para las poseedoras de tales mutaciones.

La UCGH de La Fe ha atendido a tres mil personas pertenecientes a mil familias con factores oncológicos de riesgo hereditario, tanto de mama, como de otros tumores. Tras los estudios se ha observado que en los 9 departamentos de La Fe hay unas 400 mujeres con mutaciones y alto riesgo de desarrollar un cáncer de mama y de ovario, mientras que en todo el territorio autonómico son unas 1.300. Trescientas de las cuales son casos índice (las primeras con las que se empieza el estudio) y mil, familiares en seguimiento para valorar el riesgo.

El especialista reconoce que con muchas de estas mujeres ha hablado de la extirpación. «En esto de la prevención del riesgo de cáncer de mama hereditario siempre estamos hablando de probabilidades porque son mujeres sanas con predisposición y riesgo más alto», declara Segura, que añade que no todas las mujeres con mutaciones van a desarrollar un cáncer de mama.

El tumor de ovario es más letal

«No es lo mismo una mujer de 33 años sin hijos que una de 42 con sus expectativas maternales cumplidas», precisa el oncólogo. En la Unidad se valora sobre todo el arbol genealógico de la familia: «Valoramos el riesgo y luego decimos qué opciones hay».

El especialista señala que la medida de profilaxis con la mama cambia si se opera primero el ovario: «Si se hace primero esta cirugía preventiva va a repercutir en la salud de la mujer, porque hay una alteración de hormonas y cierta disminución de desarrollar un cáncer de mama».

El cáncer de ovario mata más que el de mama y el riesgo a desarrollarlo cuando se tienen los genes mutados aumenta a partir de los 35 años.

El especialista indica que la percepción de riesgo con el cáncer de ovario es más alta, porque el tumor es más letal. «Las familias con personas con cáncer de ovario, han visto más mujeres muertas que las que tenían afectadas con cáncer de mama».