"De esta tenemos que aprender que Jorge Bellver, como portavoz, tiene que estar presente en las reuniones de grupo; si no, se arma". Es la voz de un destacado parlamentario popular a raíz de la polémica por la recogida de firmas entre los diputados del PP impulsada por el alicantino Andrés Ballester para pedir el indulto en favor del exalcalde de Torrevieja Pedro Hernández Mateo, condenado a tres años de cárcel por prevaricación y falsedad documental. Una crisis que ha dejado la sensación en el Consell y en el partido de falta de control y dirección política de un grupo parlamentario, heredado por Fabra, heterogéneo y donde la impresión es que muchos van por libre. Sin nadie que les marque estrategia y línea política. Por eso los responsables populares buscan remedios para que episodios como éste, que le ha generado a Fabra un grave problema, no se repitan.

"Habrá que estar más encima del grupo", comentaba ayer un dirigente en privado. Otro recordaba que el secretario general, Serafín Castellano, quien al inicio del mandato de Bellver acudía a todas las reuniones de grupo, ahora apenas se prodiga. En la reunión donde los populares rubricaron el escrito de indulto no estaba Bellver, quien había acudido a una conferencia del vicepresidente José Císcar. Sin embargo, cuando llegó, los parlamentarios siguieron con la recogida de firmas sin que nadie parara la iniciativa. No fue hasta la comida cuando el síndic se dirigió a Ballester. Un parlamentario subrayaba el hecho de que los diputados se lanzaran a avalar el indulto sin conocer la opinión del portavoz, que no firmó. "Alegan que miembros de la dirección estaban firmando pero ¿y el cabeza de la dirección? Eso nunca habría pasado en tiempos de Ricardo Costa, Serafín Castellano o Rafael Blasco como síndics", comentan. Para éstos, hay "una dejación de funciones y una falta de autoridad" en Bellver, en favor de los viceportavoces Maluenda y Linares. Otros miran hacia los parlamentarios: "¿Y la responsabilidad de cada uno? Tienen un escaño y deben saber las consecuencias de sus actos".

Bellver: "Hubo falta de control"

Ayer, todo el PP se esforzó en enterrar la polémica, esgrimiendo que la votación sin fisuras sobre RTVV evidenció que la crisis era "una anécdota" y no escondía "un problema de fondo mayor", como el plante zaplanista que en su día le hicieron a Camps. Por eso, tal como avanzó este periódico, no habrá sanciones contra Ballester, para no amplificar más el asunto. Pese a que el día anterior Fabra lo insinuó, el propio Bellver salió para asegurar que no se tomarán medidas contra el diputado y aseverar: "El tema está zanjado".

Bellver explicó que habló con el parlamentario y hubo un "reconocimiento" de que no debió realizar las declaraciones en la que afirmó que "si al señor Fabra no le parece bien [la petición de indulto] a mí y a 40 y muchos sí". Según refirió, Ballester le explicó que "nunca pretendió" que su iniciativa se interpretara como una operación contra Fabra, y sus palabras "les convencen". Sobre futuras sentencias y posibles peticiones de indulto, insistió en que el PP y el grupo las desaprobará pero que un parlamentario puede firmarlas "a título individual" y no "en su condición de diputado". También hizo autocrítica: "Hubo una falta de control respecto de la recogida de las firmas dentro de la sede parlamentaria".