Del 24 al 30 de noviembre, manteniendo una tradición dos veces centenaria, Onil conmemorará con diversos actos religiosos y culturales el portentoso suceso del Nostre Senyor Robat, Sagrada Forma sustraída por un ladrón del interior de la iglesia del pueblo, la cual se conserva prodigiosamente incorrupta formando parte del palmarés de milagros eucarísticos ocurridos en tierras valencianas. Este domingo 24, peregrinarán por los escenarios del hecho de aquel extraordinario suceso seña de identidad religiosa del pueblo, comenzando un apretado programa de festejos, con los que rememorarán el robo, ocurrido en 1824, del viril de oro de la custodia del templo, que contenía la Sagrada Hostia, y otras valiosas piezas del culto, perpetrado por un individuo de la vecina Tibi, botín que escondió en el paraje de La Pedrera. El ladrón fue detenido en una platería de Alicante cuando intentaba vender uno de los objetos robados, pero no precisó dónde escondió el fruto de su saqueo. Salió la vecindad en su busca, hallándolo en un lugar donde hoy se levanta una ermita, decidiendo devolver en solemne procesión de desagravio la Sagrada Hostia hasta la iglesia de su procedencia, la cual discurrió de Ibi a Onil, pasando por Castalla. A pesar de permanecer varios días a la intemperie, la Sagrada Forma no quedó afectada ni alterada en su materia. Se dispuso que no fuera consumida y conservarla hasta que la autoridad eclesiástica, entonces el Arzobispado de Valencia de la que dependía Onil, autenticara el prodigio y dispusiera qué hacer con la misma. Examinado el hecho por teólogos y canonistas, el prelado de la Diócesis ordenó que en lo sucesivo fuera conservada y venerada. La historia del robo eucarístico fue relatada en un libro que escribió José Sombiela, impreso en los talleres de Benito Monfort, en Valencia, el año 1825, bajo el título de «Memoria de todo lo ocurrido en el sacrílego robo del viril con la sacrosanta hostia y de otras alhajas, ejecutado en la iglesia parroquial de la Villa de Onil, Reyno de Valencia, en la noche del 5 al 6 de noviembre del año 1824, y en su portentoso hallazgo, escribíala de orden del Rey Nuestro Señor (que Dios guarde) don José Antonio Sombiela y Mestre, del Consejo de S. M., y su oidor en la Real Audiencia de la ciudad y Reyno de Valencia, Caballero de la Orden Pontificia de la Espuela de Oro». En Onil está el Museo de las Muñecas, con más de 1.500 ejemplares, representativas de las fabricadas en Onil desde que fundara esta artesanía industrial un guardia civil retirado aficionado a hacer muñecas de barro, a finales del siglo XIX, y que con el tiempo alumbraría a la popular Nancy, con sus curiosos villancicos: «Las muñecas de Famosa se dirigen al portal/ para hacer llegar al niño su cariño y su amistad ?» También es de admirar el palacio fortaleza de Marqués de Dos Aguas, que fue señor de lugar.