Las principales organizaciones agrarias valencianas, los regantes tradicionales del Júcar y los del canal Júcar-Turia escenificaron ayer su «rechazo frontal» a la petición de una nueva toma para el trasvase Júcar-Vinalopó, reactivada esta semana por la Mesa del Agua de Alicante y que desde Valencia se considera «inviable».

Los regantes, respaldados por los líderes de la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-Asaja), Cristobal Aguado, y de la Unió de Llauradors, Ramón Mampel, presentaron un informe, basado en datos oficiales, que a su juicio demuestra la inviabilidad «técnica y estratégica» de plantear una nueva toma distinta a la ya construida en el Azud de la Marquesa (Cullera).

En un tono de firmeza, Cristóbal Aguado afirmó que si en el Vinalopó «no quieren el agua de la Marquesa, un poco más allá», en alusión a los regantes del Segura o en muchas comarcas valencianas con déficit «estarían dispuestos a recibirla y además lo agradecerían». Regantes y organizaciones agrarias aseguraron que su intención no era abrir una «guerra» del agua, pero recordaron que el Júcar, pese a su déficit, es ya «con mucho, el río más solidario de España»

Alberto Hervás, ingeniero de la Acequia Real del Júcar, explicó con datos «oficiales», que el trasvase Júcar-Vinalopó podría haber recibido una media de casi 52 hectómetros cúbicos anuales desde el azud de la Marquesa en los últimos 30 años. En Antella, la media anual se reduciría a 1,67 hm3/año y en la toma original de Cortes de Pallás no pasaría de 0,70 hm3.

José Pascual Fortea, portavoz de la Unidad Sindical de Usuarios del Júcar (USUJ) dijo que «poner en marcha una segunda toma sería exponerse todos los años a una batalla campal».