El conseller de Gobernación, Serafín Castellano, explicó que las primeras pesquisas apuntan a que el fuego se inició por un rayo latente caído hace unos días. Castellano destacó que en algunas comarcas no ha llovido desde agosto y que en otras solo ha caído el 15 por ciento de otros años. Durante la noche trabajaron todos los efectivos terrestres para refrescar el perímetro del fuego. Desde primera hora de la mañana estuvieron en la zona siete medios aéreos, ocho brigadas y seis autobombas, además de bomberos, personal de la Unidad Militar de Emergencias, Guardia Civil y Policía Autonómica.

Serafín Castellano señaló que se produjeron cortes en el suministro eléctrico de gas, «por lo que está trabajando para que se restablezcan».

Varios operarios de empresas de telecomunicaciones también repararon ayer por la mañana las antenas de telefonía afectadas por el calor que habían provocado cortes en el suministro.

El conseller de Gobernación informó en un primer momento de que no se habían producido daños materiales graves en viviendas, aunque después se confirmó que las llamas sí que habían afectado seriamente a algunos chalés. Algunos vecinos comprobaron que habían desaparecido muchos setos divisorios de parcelas y que se habían quemado paelleros, techados de madera de terrazas o lonas de piscinas.

La Agencia Estatal de Meteorología precisó que la precipitación acumulada hasta el 21 de abril es un 63 por ciento inferior al valor climatológico normal y ha estado por debajo de los cien litros por metro cuadrado en el 41 por ciento de la Comunitat Valenciana. La estación meterológica del aeropuerto de Manises, situado a menos de diez kilómetros de la zona del incendio, ha registrado un déficit de precipitación acumulada desde el 1 de octubre pasado del 75 por ciento. efe/r. f. valencia