El breve discurso exento de autocrítica por el que optó el presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, la noche del 25-M dio pasó ayer a un análisis distinto que incluye abrir un proceso de reflexión. Fabra, viajó ayer a Madrid para acudir a la reunión del comité ejecutivo nacional, y su voz se unió a la de otros barones que abogan por reconsiderar la estrategia tras el retroceso electoral. Fabra confesó ante los periodistas antes de entrar en la reunión que estaba «preocupado» por el resultado obtenido en la Comunitat Valenciana y abogó por hacer « muchas reflexiones» y a «todos los niveles»: «Tenemos que hacer un esfuerzo importante para que aquello que precisan los ciudadanos, que las cosas vayan a mejor, gracias a las medidas que hemos podido adoptar se vean sus frutos. Si no tenemos un problema», indicó.

El giro de Fabra en sus palabras entronca con el debate interno abierto en el PP valenciano sobre los resultados. Destacados dirigentes consideran que toca hacer autocrítica y piden al jefe del Consell un cambio de rumbo que les permita recuperar la hegemonía. La discusión en torno qué hacer y cómo afrontar el revés electoral se planteó la misma noche del domingo en la sede del PPCV. Fabra, que siguió los resultado desde la planta noble del edificio junto con un estrecho número de colaboradores, fue consciente, según las fuentes consultadas, de que algo había que hacer ante la sangría de votos. El gabinete de crisis abordó cuál debería de ser el tono y el contenido de la intervención de Fabra esa noche y hubo dos posturas contrarias. El número dos del PP, Serafín Castellano, abogó por sacar pecho por los datos positivos frente a otras voces que pidieron autocrítica. Fabra optó finalmente por la primera opción en un discurso de autosatisfacción que no ha gustado a muchos en el partido. De hecho, varios dirigentes consultados ayer por este diario ven necesario un golpe de timón, un cambio en la estrategia que permita recuperar a los votantes que en las europeas han renegado del PP. Las citadas fuentes creen que una huída hacia delante obviando los errores cometidos hará imposible remontar. Los populares ven cada vez más cerca la salida de las instituciones y la pérdida de la Generalitat. Y están nerviosos. Los malos resultados han sido generalizados y muchos alcaldes creen que están pagando el pato de una estrategia errática tanto en la Generalitat como en la Moncloa. Fuentes cercanas al barón provincial Alfonso Rus aseguraron ayer que él ha tomado nota del bofetón electoral y abogan por analizar con detenimiento los resultados y reflexionar sobre un cambio de actitud: «Hay que estar más en la calle, con la gente», indicaban ayer. Rus tiene previsto reunir hoy a los alcaldes para escuchar su opinión. Por su parte, Fabra reunirá el miércoles al comité ejecutivo regional, mientras que la provincial de Alicante, dirigida por José Císcar, se reunirá el viernes.

Barberá se fue a Madrid

Barberá, cuya ausencia la noche electoral evidencia el golpe sufrido así como el distanciamiento con Fabra, evitó la agenda pública y se marchó a Madrid a la reunión de Génova. Alfonso Novo, presidente del PP de Valencia, admitió que el resultado no es bueno y que existe preocupación por un posible tripartito. Desde Alicante, la portavoz del equipo de gobierno Marta García-Romeu, pidió una reflexión. Castellano consideró un error hacer una extrapolación a las autonómicas. «El PPCV va por el bueno camino de la recuperación y eso va a ir en favor de la estabilidad política y del PP», dijo.