El PPCV acusó ayer un revés de incalculables consecuencias al caer más de 23 puntos respecto al resultado de las elecciones europeas de 2009 (del 52,8% de los votos al 29,09%), una sangría de cerca de medio millón de votos (de 984.005 votos a 507.112 ) que evidencia el desgaste de una organización acostumbrada a arrasar, a la que le ha pasado factura los escándalos judiciales y la quiebra financiera de la Generalitat. A un año de las autonómicas, es un serio aviso de que la salida de las instituciones podría estar cerca. Todos los ojos miraban ayer al presidente Alberto Fabra a quienes los resultados del 25M le ayudan poco en su intento de consolidar su liderazgo y ser el cartel electoral en las autonómicas. De hecho, el porcentaje de voto en la C. Valenciana es después de Aragón el peor de los registrados en el resto de autonomías gobernadas por el PP, incluso en Madrid, si bien como el PPCV trató de resaltar ayer, está tres puntos por encima de la media española (26,04%).

El dato más complicado para Fabra es que la caída del PPCV es muy superior al de la media de España, cifrada en 16, 6 puntos respecto a hace cinco años. Respecto a las generales el descenso también es superior a la media: 24,7 puntos frente a los 19 de la media nacional.

Los populares vivieron una noche electoral muy distinta a la de años atrás. Nada en las encuestas ni en la calle auguraba una velada como las de antes cuando la terraza del Alameda Palas tradicional cuartel general del PPCV se iba llenando de simpatizantes eufóricos. Ayer no hubo fiesta, ni champán, ni hotel para celebrar. Fabra llegó a la sede del PPCV sobre las 20 horas y se encerró en los despachos con un número reducido de colaboradores, entre ellos el secretario general , Serafín Castellano y los consellers Buch, Català y Llombart. A las diez estaban convocados los cargos, pero para entonces la información ya apuntaba a una victoria de la izquierda. El sufrimiento se confirmó a las 23 horas. Fabra compareció al filo de la media noche acompoñado entre otros por el barón provincial, Alfonso Rus, ante una sala que no se llenó. Por primera vez, la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá no acudió, la evidencia del revés sufrido. Fabra destacó que el PPCV había sido la fuerza más votada a pesar de que no era el mejor momento porque han tomado«decisiones muy complicadas». Añadió que el PPCV se ha impuesto al PSPV y remarcó los 7,5% de distancia. También puso en valor los 3 puntos por encima de la media.