Los viajes de un menor para ir a ver a uno de sus padres cuando éstos están separados y viven en localidades diferentes siempre ha hecho correr ríos de tinta en sede judicial, hasta el pasado viernes. El Tribunal Supremo ha establecido doctrina al estipular que los gastos de los viajes del niño, o de los padres para ir a ver al niño, deben ser compartidos. Una medida que, para muchos progenitores que llevan años haciéndose cargo de este desembolso unilateralmente, llega «tarde».

«Esto es un parche. Evidentemente aplaudimos la medida, pero lo único que hace es tapar el verdadero problema que subyace de fondo, y es que no se está aplicando la ley de custodia compartida aprobada por la Generalitat», explica a Levante-EMV David Ferrer, portavoz de la Asociación de Padres de Familia Separados. Según Ferrer, debería existir una «cuenta mancomunada para sufragar los gastos del menor, entre ellos el desplazamiento del pequeño o del padre no custodio para cumplir el régimen de visitas. Este término está contemplado en la ley, pero no se cumple», lamenta el portavoz.

En este sentido, la presidenta de la Unión Estatal de Federaciones y Asociaciones por la custodia compartida, Pilar Marco, indicó que la medida, aunque supone «un alivio, llega tarde». La presidenta valora la sentencia del alto tribunal como «muy justa», ya que la actual crisis económica castiga más al progenitor que no tiene la custodia. «Los jueces han considerado por encima de todo el bienestar del menor, o sea, que vea a sus dos padres. Además ha añadido el factor de las cargas económicas, que deben ser compartidas y equitativas», detalla Marco.

En la asociación valenciana insisten en que se está «parcheando» la ausencia de aplicación de la ley. «Esto es solo un tema económico, pero hay muchos más que afectan al menor que no se están cumpliendo tampoco», añade David Ferrer. «Están dejando al niño o a la niña en un segundo plano, cuando debería ser el primero», indica.

El tema económico, aunque puede que secundario, es de los que más ampollas levanta a la hora de negociar un divorcio con descendientes o un régimen de visitas. «Hay progenitores que se encargan de la hipoteca de la casa ellos solos, sin que su expareja colabore. Al mismo tiempo tienen que pasar una pensión alimenticia para el menorque suele situarse en una media de 120 euros mensuales, y además, tienen que pagarse una vivienda propia en la que vivir porque su excónyuge se queda con la residencia», señala Ferrer.

La sentencia del alto tribunal, como contó ayer este diario, sienta doctrina y deberá aplicarse en las futuras modificaciones de regimenes de visitas. La Sala de lo Civil del Supremo falló a favor de un padre, en situación de desempleo, que debía desplazarse a 32 km de distancia para visitar a su hijo. Hasta la fecha, juzgados y audiencias habían dictaminado sentencias contradictorias en las que o bien se obligaba al progenitor no custodio a abonar la totalidad de los gastos o bien establecía un sistema de reparto de dispendios.