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Con 35 años de vida, el canal Júcar-Turia se ha convertido en la transferencia hídrica de mayor valor estratégico de la Comunitat Valenciana. Con la incorporación de los municipios de la Ribera al abastecimiento del Júcar a través de la potabilizadora, que recibe sus aguas del canal, esta infraestructura surte ya a dos millones y medio de personas, la mitad de los residentes en la Comunitat Valenciana.

Sin embargo, la Confederación Hidrográfica del Júcar empieza ya a detectar signos de deterioro, lo que obliga necesariamente a acometer inversiones. La pasada semana el presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, visitó la sede del canal, en Carlet, el municipio de la Ribera con mayor trazado de esta infraestructura, y conoció de primera mano las necesidades de mejora del trasvase.

El canal Júcar-Turia es una obra de ingeniería moderna que curiosamente transita en paralelo, aunque a una cota más alta, a la otra gran transferencia hídrica que cruza la Ribera: la Acequia Real del Júcar, aunque ésta hunde sus raíces en la Edad Media.

Ambas entidades se han visto inmersas en conflictos durante años como consecuencia de los límites de la zona regable.

Pero el canal Júcar-Turia busca hoy más visibilidad y por tanto mayor reconocimiento en forma de inversiones, amparado en esa importancia casi vital de la infraestructura que además de Valencia y su área metropolitana abastece también a Sagunt. De hecho, la capital ya recibe casi exclusivamente todo su abastecimiento del Júcar.

El propio presidente del canal, Adrián Martínez, reclamó a Fabra la pasada semana más inversión en modernización para esta comunidad de la que también dependen más de 25.000 hectáreas de regadío, aunque un 15 % de ellas riegan aún a manta y siguen en espera, por tanto, de que llegue modernización, según el vicepresidente, Salvador Marín.

Además del abastecimiento de la mitad de los valencianos, el canal destina buena parte del caudal al regadío en 20 comunidades diferentes que agrupan a más de 35.000 usuarios y una concesión de aguas del Júcar de 95 hectómetros cúbicos al año.

Adjudicada en dos fase en los años 70, el canal entró en funcionamiento a finales de 1979. Las obras costaron 855 millones de pesetas en una primera entrega y otros 912 en la segunda, a lo que hay que unir 167 millones en expropiaciones y un coste final de 2.592 millones de pesetas, unos 15 millones de euros actuales.

De Tous a Manises

De los 60 kilómetros de trayecto entre el pantano de Tous y la potabilizadora de la Presa en Manises, dos terceras partes cruzan la comarca de la Ribera tras penetrar en Tous, Alzira, Guadassuar, l´Alcúdia, Benimodo, Carlet, Alfarp, Alginet, Benifaió, además de cruzar en l´Horta Picassent, Torrent, Aldaia, Quart y Manises.

Sin embargo, la CHJ recoge en la última ficha del esquema de temas importantes para la planificación hidrológica 2015-2021 que la infraestructura presenta cierta vulnerabilidad y que la coexistencia del abastecimiento y el regadío genera problemas por lo que se hace necesaria una intervención y señala que las infraestructuras principales «tienen ya una edad elevada».

De hecho, en el túnel de la Escala, junto a la presa de Tous y nacimiento del canal se han realizado obras de emergencia en los últimos años porque las grietas y filtraciones ponían en peligro incluso el abastecimiento urbano.

El canal, que puede transportar un caudal máximo de 32 metros cúbicos por segundo viaja 44 kilómetros a cielo abierto con 13 kilómetros de túneles, además de 2,7 kilómetros en 17 acueductos, uno de ellos para salvar el Magro.

Proyectos del siglo XIV

Pero llevar agua del Júcar a Valencia no es un proyecto reciente. Hay constancia de su existencia a finales del siglo XIV y en otros momentos históricos.

En 1786 existe un intento de construir una acequia desde el Júcar al Turia desde la parte más alta del término de Alberic, un proyecto de Juan d'Escofet. También hay intentos repetidos por parte del Consell municipal de Valencia en la Edad Media y después en los siglos XVII y XVIII.