La «Comisión científico-técnica para el estudio de mejoras en el sector ferroviario», creada por el Ministerio de Fomento tras el accidente del Alvia en Santiago de Compostela del 24 de julio de 2013, recomienda al departamento de Ana Pastor que analice «cuidadosamente» y en profundidad la solución ferroviaria del tercer carril, como la que se va a instalar en el corredor mediterráneo de manera experimental en toda España. La recomendación se incluye en el informe elaborado por una comisión integrada por un presidente, 10 vocales y un secretario, designados entre profesionales de reconocido prestigio en el sector ferroviario.

La alusión que realizan a la solución ferroviaria del tercer carril es escueta pero contundente. Y preocupante para los intereses económicos y logísticos del litoral mediterráneo. «Se deben analizar los criterios y posibilidades del uso del tercer carril» ya que «la red de ancho mixto es incipiente» y «su planteamiento se hace para compaginar sobre un mismo trazado los dos tipos de anchos» [europeo e ibérico], se asegura en el informe.

De hecho, el comité científico conformado por los doce expertos del sector ferroviario advierte que «en general, debido a sus características técnicas, este tipo de instalaciones ferroviarias son recomendables para corta distancia o soluciones a corto y medio plazo».

Esta advertencia de los técnicos, realizada dos años después de que el Ministerio de Fomento decidiera instalar el tercer carril en el corredor mediterráneo, no es nada baladí, pero, por ahora, no ha movido ni un ápice las previsiones de obra del departamento de Ana Pastor para este tramo ferroviario litoral.

Cabe recordar, que el eje mediterráneo será el primero de España en el que se instale, por primera vez, el tercer carril a lo largo de los 375,6 kilómetros que separan Valencia de Tarragona. Hasta ahora sólo existía tercer carril en los 21,69 kilómetros del tramo Tardienta-Huesca, que sólo utilizan dos trenes al día, que se duplicaban los fines de semana, por lo que no es comparable ni en tráfico ni en longitud con la operación que se quiere ejecutar entre Cataluña, la Comunitat Valencia y Murcia.

De hecho, el corredor mediterráneo será a partir de 2015 y 2016 el laboratorio de pruebas, aunque algunos lo llaman el «conejillo de indias» para implantar el ancho europeo en todo tipo de circulaciones ferroviarias por primera vez en España: cercanías, mercancías, media y larga distancia. Una decisión que adoptaron en 2012 el Ministerio de Fomento y la Conselleria de Infraestructuras, cuando decidieron hacer de la necesidad (la escasez de presupuesto, que se lleva el AVE a Galicia) una virtud y experimentar en el eje mediterráneo la transformación de las actuales vías ferroviarias en ancho ibérico (1,668 metros) a vías de ancho europeo o estándar (1,435 metros), sin necesidad de construir un nuevo trazado ferroviario (como el milmillonario AVE Madrid-Valencia que rozó los 6.000 millones de euros de coste). Con esta decisión el Ministerio de Fomento se ahorró construir un nuevo trazado de alta velocidad y ancho europeo entre Valencia y Tarragona cuyo coste rondaba, en fase de contrato, unos 6.734 millones de euros.

Por contra, adaptar el actual eje mediterráneo entre Barcelona y Cartagena al ancho europeo y la alta velocidad a 220 kilómetros por hora «apenas» necesitará una inversión de 1.400 millones. Que el tercer carril es más barato está claro. Que sea la mejor opción técnica está por ver a la vista de las advertencias de los expertos.