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Entrevista | Alejando Font de Mora

"Fabra se ha dejado la piel y sería un error objetivo cambiarlo a estas alturas del camino"

"Gürtel ha sido un auténtico accidente; eran empresas recomendadas por Madrid", afirma el presidente de las Corts

Alejandro Font de Mora, con un cuadro del pintor José Biot que ha colgado en su despacho. josé aleixandre

¿Para ser político hay que ser algo más que «un entre tants» (V. A. Estellés)?

Hay que tener vocación de servicio público. Y trabajo. Eso, como la ensalada valenciana, se puede adornar con todo lo que quiera.

«Veles e vents han mos desigs complir» (A. March). Llega a la presidencia a siete meses de acabar la legislatura. ¿Es «demasiado tarde» (Bukowski)?

Nunca es tarde si la dicha es buena y, como es buena, no es tarde. Es cierto que queda muy poco y quizá la labor impulsora de un presidente queda menoscabada. Pero siempre queda la labor arbitral.

«La poesía es un arma cargada de futuro» (Celaya). Urgió una reforma del Estatuto y del reglamento para recuperar la confianza ciudadana. Sugiera ideas.

No hay que deslegitimar la democracia de representación, es un tesoro, pero sí hacerla más transparente y accesible. Lo que no redunda en prestigio de la institución es estar miércoles y jueves encerrados sobre nosotros mismos con nuestras propias peleas y cocidos como si fuera en una caldera de las del infierno de Dante. Podrían venir alcaldes con un problema, debatir con diputados y aprobar conclusiones para llevarlas al Consell. La comisión de Peticiones debería ser un foro donde comparecer ciudadanos. Y deberían comparecer directores generales y altos funcionarios. ¡Hay que abrir esto! Tiene que venir el oxígeno por algún lado.

Soy un reformista porque soy un conservador. No se puede conservar nada si no cambia... como la frase del príncipe de Salina en «El gatopardo». Si se pretende mantener esta situación, esto va a desbordar. La gente quiere más participación. Los partidos deben adaptar sus estructuras. Soy un defensor a ultranza de las primarias, aunque haya quien diga lo que sea en mi partido. Me da absolutamente igual. El militante tiene unos derechos.

Pero el 'dedazo' es una cosa muy instalada en su partido.

El 'dedazo' es una cosa cancerosa. Y si a este partido le pasa algo, que espero que no, le pasará por el 'dedazo'. Que espero que no y trabajaré y me dejaré la vida para que no, que conste. Pero que se le quite a todo el mundo de la cabeza. No puede ser. Estamos en el siglo XXI.

Habla de abrir las Corts pero no llega al cargo «ligero de equipaje, casi desnudo, como los hijos de la mar» (A. Machado). Suman seis fallos del Constitucional por vulnerar derechos de los diputados.

Eso tiene que ver con lo de la aceleración de los tiempos. No es un verso, es un ripio, pero es verdad: Hoy los tiempos adelantan que es una barbaridad. Hemos funcionado con arreglo a los criterios aceptados en su día por el Constitucional, en el sentido de que la Mesa no solo se debía limitar a la tramitación, sino valorar la oportunidad de la iniciativa. Desde hace poco, hay una sentencia en la que el TC considera que la Mesa debe favorecer, sencillamente, si la iniciativa está en condiciones de ser o no tramitada. Y de ahí vienen las sentencias. La Mesa ya rectificó. Me he equivocado o he tenido criterios diferentes en muchas cosas. También he podido pecar de no hacer en mi momento lo que ahora predico, que los consellers traigan aquí sus iniciativas y no las den por su cuenta. Eran otros tiempos. La crisis, en sí misma, es una especie de revolución, una situación revolucionaria y me gusta quitarle la «r» para llamar evolucionaría. Y el que no se adapte le va a pasar como a los dinosaurios.

«Esto es ser hombre, horror a manos llenas» (Blas de Otero). Con once imputados que llegó a haber en el grupo popular y los casos de corrupción, ¿dónde sitúa la responsabilidad del PP?

Haría una diferenciación importante. Ningún delincuente va con un cartel en el pecho que lo indique, «Delincuente». Cuando uno está negociando con una empresa no pone «Empresa delincuente». En este caso ha habido mucha gente que ha tratado con empresas que estaban funcionando, y bien. Otro matiz: Para mí la corrupción es meter la mano, no equivocarse. Hay que analizar qué casos son de meter la mano, que hay menos de los que se dice, y los que son por decisiones administrativas erróneas, muchas veces inducidas y que han sido de uso común en todas las administraciones. Quien diga lo contrario miente. Por ejemplo, el fraccionamiento de contratos, derivado a menudo de la urgencia en realizar determinados actos. Hay que diferenciar entre un defecto de administración y el delito relacionado con eso que es la prevaricación de otra bien distinta, el cohecho, cuando una persona coge dinero. Ha habido errores fundamentalmente. También casos que no tienen perdón ni excusa y que deben ser perseguidos por la ley y simplemente suceden en aquellas organizaciones que están detentando el poder.

Ni cuantitativa ni cualitativamente tiene nada que ver la corrupción valenciana con la de otros lugares: Andalucía, Madrid y Cataluña. Sin embargo, a algunos les ha interesado que la C. Valenciana sea el chivo expiatorio. Si vemos el dinero defraudado y el número de imputados, no hay punto de comparación. Aquí hemos armado una cuestión nacional por unos trajes, que encima llevan a una absolución.

«Toda libertad sin vos siempre fue cárcel» (G. Carnero). ¿Qué opina de la línea roja de Fabra?

La entiendo en la situación de urgencia en la que se ha visto envuelto el presidente y su equipo. Yo provengo, aunque sea indirectamente, del mundo del Derecho. Entonces, a lo mejor, técnicamente, la linea roja podría situarse en otros momentos procesales. Pero la actual la entiendo porque la ciudadanía estaba reclamando actuaciones urgentes y el presidente se ha adaptado a ello. Dice mucho de su valor porque le ha costado muchos disgustos. En estos casos los partidos tienen que apelar a la disciplina y discutirlo en el seno de las organizaciones. Es preferible perder un buen titular a que el partido se erosione. Y eso va para cualquiera.

«Todo pasa y todo queda, pero lo nuestro es pasar» (Machado). El diputado del PP que sustituirá a Cotino también está imputado. ¿Debería renunciar?

Es una imputación que entra en lo que puede ser un error administrativo, que muchas veces están, entre comillas, avalados por técnicos. Por eso esa matización [de la línea roja] no me parece mal. Por eso la línea roja es algo ondulada.

Pero usted viene «d'un silenci antic i molt llarg» (Raimon). Ha sido portavoz del Consell, conseller, director de campañas electorales. ¿Qué pasó con El Bigotes?

Una persona puede estar relacionada con una red delincuencial y ser un buen relaciones públicas y luego hacer bien el trabajo. Yo no sé si usted, por ejemplo, de repente se convierte mañana en un delincuente terrible, o lo es ya, yo qué sé, un pederasta. Entonces la noticia sería que el presidente de las Corts ha comido con un pederasta. Usted me entiende?. Al final, las cosas... Uno vive en el mundo. El PPCV ha tenido mala suerte porque empresas que venían recomendadas desde Madrid resulta que aquí? ha sido el accidente. Ha sido un auténtico accidente donde mucha gente está viéndose envuelta sin culpa, aunque eso lo tienen que dilucidar los tribunales y yo lo respeto, mire lo que llevo aquí, la Raimunda. Cómo no voy a respetar a los tribunales, pero también éstos han cambiado su concepción. Cuestiones que antaño se archivaban, actualmente se procede, incluso hasta límites muy duros.

Uno de los consellers que no ha salido escaldado de eso, supo decir «déjame en paz, amor tirano» (Góngora). ¿Cuál fue su secreto?

En realidad es un defecto. No tengo ninguna capacidad de gestión económica. Soy un inútil para eso. Las cuentas de casa las lleva mi mujer, a mí me dan un dinero de bolsillo. Lo que tiene que ver con mi patrimonio lo lleva mi hijo, abogado. Siempre he delegado las cuestiones de gestión en terceros y no he firmado ningún papel sin el visto bueno de Intervención o la subsecretaría. Solamente tenía cuidado en observar, por ejemplo, si en las construcciones escolares se reiteraban los adjudicatarios para que, si se reiteraban? No sucedió nunca nada porque tenía unos termómetros puestos, observadores míos, colaboradores con la misión de avisarme si observaban algún abuso. Al inicio de mi mandato me reuní con los constructores y les dije que si alguien iba a proponerles algo no correcto, quería el nombre. Ese señor duraba en la conselleria lo mismo que un pastel a la puerta de un colegio, nunca mejor dicho. Eso corre como todo. El que es honesto lleva un aura, como el que es deshonesto. Por eso las moscas acuden donde acuden.

«Al final de la batalla y muerto el combatiente vino hacia él un hombre y le dijo, no mueras, te amo tanto. Pero el cadáver, ay, siguió muriendo» (César Vallejo). ¿Fabra será el candidato o Génova lo ha dado por amortizado?

Me pronunciaré a título personal. El presidente Fabra se ha dejado la piel. En los pocos años ha tenido que tomar decisiones muy difíciles. Muchas de ellas solo serán comprendidas con el paso del tiempo. Para mí sería un error en estos momentos que Fabra no fuera el candidato. Eso lo digo como afirmación y añado que, como observador de procesos electorales y participante en muchos, sería un error objetivo cambiar de candidato a estas alturas del camino.

¿«Noche oscura» (San Juan de la Cruz) es lo que le espera ahora a su predecesor, Juan Cotino, salpicado en casos judiciales?

«Noche oscura del alma». Cita a San Juan de la Cruz para hablar de San Juan Cotino. Mucho antes de que se focalizaran sobre la figura de Cotino las cuestiones que han salido, ya me anunció que no terminaría la legislatura. Se va porque tiene unas obligaciones familiares y que conllevan una dedicación laboral concreta, y luego me ha manifestado a mí claramente una cosa que se llama fatiga de combate. Ha llegado a un extremo que estaba ya muy cansado. Le deseo, porque sé de su bonhomía y que siempre ha intentado ayudar a la gente, que se vea libre finalmente de todo este acoso y todo le vaya realmente bien.

«¿La cebolla es escarcha, cerrada y pobre» (M. Hernández) como las arcas de la Generalitat?

La cebolla es escasa pero el poeta le escribe eso a su hijo porque está convencido de que el futuro va a ser mejor. El Consell ha pasado ya el punto más crítico de su gestión en lo económico y ha conseguido trasladar al Gobierno y al resto de comunidades la deficiencia en la financiación, que se arreglará cuando la tarta a repartir sea más grande. El presidente ha sido muy valiente. Ir a Génova a decir que estamos mal financiados. Repetirlo en todas las reuniones del Consejo Fiscal. A lo mejor alguno de los problemas que él pueda haber tenido, en el pasado, pueden haber venido de esa valentía suya. Y se la tenemos que agradecer como comunidad.

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