Agentes de la Guardia Civil han intervenido 8.300 pieles de animales de especies amenazadas en una nave industrial de Manises. Los curtidos, de diversas especies de serpiente, varano y cocodrilo, eran vendidos a talleres de marroquinería para realizar posteriormente bolsos, zapatos, cinturones y carteras.

El equipo del Seprona de Valencia levantó un acta-denuncia por infracción a la Ley de Contrabando al hombre que regenta dicha nave. El comerciante, de 57 años y nacionalidad española, carecía de la documentación pertinente para acreditar la legal procedencia de estas pieles, según informaron fuentes del instituto armado.

Las pieles eran de animales de especies protegidas recogidas en el CITES (Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres). Este catálogo por el que se rigen los equipos del Seprona de la Guardia Civil y la Patrulla Verde de la Policía Local de Valencia, entre otros, es un acuerdo internacional concertado entre los gobiernos. Su finalidad es velar por que el comercio internacional de especímenes de animales y plantas silvestres no suponga una amenaza para su supervivencia.

En este caso en concreto las investigaciones realizadas por la Guardia Civil han permitido destapar al presunto infractor, un comerciante de Manises, quien carecía de la documentación acreditativa de la legal procedencia de las citadas pieles. La actuación se produjo dentro de los servicios establecidos de forma permanente por el Seprona de la Guardia Civil de Valencia para evitar el comercio ilegal de animales que se encuentran en el catálogo de especies amenazadas.

Las investigaciones comenzaron el pasado mes de agosto, cuando los agentes barajaban la posibilidad de que en una nave del polígono industrial de Manises se almacenara «gran cantidad» de pieles de diversos animales recogidos en el catalogo CITES de especies amenazadas.

Ley de Contrabando

El equipo del Seprona de la Guardia Civil inició un operativo para localizar al presunto autor, al que identificaron como un hombre de 57 años y nacionalidad española. Tras registrar la nave los agentes descubrieron que en la misma se almacenaban 8.300 pieles de diversos animales como serpientes, varanos y cocodrilos, todos ellos sin la pertinente documentación.

Técnicos especialistas pertenecientes a la Dirección Territorial de Comercio Exterior de Valencia confirmaron las sospechas de los agentes de que se trataba de especies protegidas y en peligro de extinción. Así, el pasado 31 octubre se procedió a levantar acta denuncia por una infracción a la Ley de Contrabando.