Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Nueva normativa

El fin de la renta antigua eleva hasta un 200 % los alquileres comerciales

Las subidas de los arrendamientos obliga a algunos inquilinos a jubilarse, trasladarse o cerrar el negocio

El fin de la denominada renta antigua, que expira el próximo 31 de diciembre, ha provocado incrementos de entre el 30, el 50, el 100 y hasta el 200 % en los precios de los alquileres comerciales que pagan los arrendatarios a los propietarios de estos locales, que durante años estaban cobrando alquileres, por debajo del precio actual de mercado.

Esta situación es común a las principales ciudades de la Comunitat Valenciana y los mayores incrementos se dan en los centros históricos, en las calles más comerciales y transitadas. Isabel Cosme, presidenta de la Confederación de Empresarios del Comercio Valenciano (Cecoval), que aglutina a federaciones y asociaciones de toda la Comunitat Valenciana, confirma que se han producido aumentos en los alquileres de los nuevos contratos de hasta el 200%, lógicamente en los cascos históricos de las ciudades valencianas. Esta adaptación a la nueva Ley de Arrendamientos Urbanos ha provocado varias consecuencias o soluciones en los conflictos generados entre los propietarios de los locales y plantas bajas, y los arrendatarios.

En muchos casos, los comerciantes y profesionales a los que se les ha subido el alquiler han optado por trasladarse a otro local cercano. En otros, han renegociado los precios, a lo largo de varios meses, sabiendo que iba a entrar en vigor la nueva legislación, y han llegado a acuerdos para no trasladar sus negocios aceptando subidas adecuadas al nuevo mercado.

En tercer lugar, tal como señala Isabel Cosme, la subida de los alquileres «ha sido la puntilla que les faltaba a algunos comerciantes veteranos para cerrar y jubilarse», y a otros, más jóvenes, para bajar la persiana «porque los números no les cuadran». No hay que olvidar, que los comerciantes que estaban pagando rentas antiguas, y bajas, «tenían una ventaja competitiva respecto a los otros, que se instalaban junto a ellos, y por tanto, tenían que pagar rentas acordes a los precios actuales de mercado». De hecho, había relaciones contractuales «firmadas casi de por vida o que se remontan a los años 30 en algunos casos». Cosme señala que la prórroga para renegociar los contratos, de 20 años, que ahora finaliza, «es de sobra conocido por todo el mundo».

La normativa

El 31 de diciembre de 2014 se cumplen los 20 años de prórroga que concedió la Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU) en 1994 a los contratos de alquiler de negocio otorgados antes de mayo de 1985. Luego hubo varias reformas de la LAU. La norma de 1964 favorecía a los inquilinos. Por ello, durante años han disfrutado de precios simbólicos en pleno centro, y en las calles más transitadas y comerciales de las capitales valencianas.

Compartir el artículo

stats