El exalcalde de Manises, exvicepresidente de la Diputación y expresidente de Emarsa, Enrique Crespo, imputado por el desvío de fondos públicos de esta empresa pública que gestionó la depuradora de Pinedo, niega todos los cargos y afirma sentirse "el más perjudicado".

En una entrevista a EFE, Crespo -para el que el fiscal reclama una pena de 14 años de prisión y el juez una fianza de 22,9 millones- ha detallado los fundamentos de su escrito de defensa, que consta de 16 páginas y que ha sido presentado hoy al juzgado.

Crespo basa su argumentación en que no se ha podido demostrar que formase parte de la trama corrupta, y no nombró ni al gerente, Esteban Cuesta (que le fue recomendado por José Ramón García Antón y Fernando Coquillat) ni al director financiero, Enrique Arnal, que ya estaba en la empresa cuando él llegó.

También defiende que no tuvo responsabilidad ejecutiva, no tenía despacho en Emarsa y acudía a la empresa, como el resto de consejeros, una vez al mes.

"Las decisiones las tomó el consejo sin poner objeciones", ha explicado, y los vicepresidentes Ramón Marí (PSPV) y Manuel Corredera (PP) tenían las "mismas funciones delegadas".

"Han mentido al consejo", ha afirmado en relación al resto de imputados que han reconocido hechos delictivos, "yo he sido el más perjudicado, estoy sentenciado para mucha gente".

"Si yo hubiese organizado una trama no hubiera pasado todo por el consejo de administración ni trabajado con personas con las que no tenía afinidad", ha añadido.

"Simultaneaba" varios cargos (alcalde, vicepresidente de la Diputación y presidente del PP de Manises, entre otros), que no tenía dedicación exclusiva en Emarsa, ni Emshi y que por ello (cita legislación del Tribunal de Cuentas) "no hay responsabilidad subsidiaria cuando cumplir las obligaciones requiera un esfuerzo desproporcionado", es decir, que él supervisara toda la actividad de Esteban Cuesta (gerente) y Enrique Arnal (director financiero).

"En Emarsa todo estuvo bendecido por los órganos de control hasta que la Emshi -presidida también por Crespo- inició los trámites para liquidar Emarsa. Yo fui el que denunció", argumenta este procesado, quien insiste en que no se aprecia "el menor indicio" de enriquecimiento ilícito por su parte en los "años del saqueo".

"Los cerebros de la trama no solo tenían el control efectivo de las cuentas de la entidad, sino que colaboraban con empresas afines, lo que dificultaba el control", añade.

Crespo niega conocer a las empresas y proveedores que facturaban servicios inexistentes o desproporcionados, así como al empresario Jorge Roca, huido de la Justicia.

"Lo desconozco porque no tenía ninguna participación, se me imputa porque los demás me acusan, pero no van a encontrar pruebas porque no las hay. No he ordenado nada. Mi labor no se diferencia en nada de la del consejo de administración".

"Para quien se siente inocente, esto es un calvario, tengo ganas de que empiece el juicio. La instrucción aguanta todo tipo de falsedades, un juicio no", agrega Crespo, quien se siente perjudicado por las numerosas declaraciones de Cuesta, en muchas de las cuales realiza confesiones, para "pactar reducciones de penas".

Sobre los funcionarios de la EPSAR imputados (Juan José Morenilla e Ignacio Bernácer) señala: "Niego que se haya involucrado en ninguna trama, son personas integras e impolutas, de los mejores funcionarios de la Generalitat. Gestionaron más de 400 depuradoras, no me creo que hicieran tratos con estas personas".

Preguntado por el viaje que hizo a Andorra con su hermano para depositar dinero en efectivo, ha explicado que le acompañó para firmar como autorizado en una cuenta que abrió aquel con fondos "perfectamente legítimos", pero jamás ha dispuesto de ese dinero.

Sobre la contratación de Cuesta como gerente de Emarsa, una persona sin experiencia y que trabajaba como celador, ha explicado que "en la anterior época del PSOE el gerente fue un reparador de frigoríficos" y que cree que García Antón y Coquillat se lo recomendaron porque era alcalde pedáneo de Benimámet.

"En cualquier caso, el consejo aprobó su nombramiento en dos ocasiones", ha añadido.

Defiende asimismo que no son suyos los 12,3 millones de euros bloqueados por decisión judicial en cuentas de familiares y obtenidos gracias a un premio de lotería.

"He denunciado al interventor del Ayuntamiento de Manises que declaró haberme oído decir que me tocaron 100 décimos (del segundo premio del sorteo de Navidad de 2011) por estafa procesal y falso testimonio", advierte.

Su defensa ha solicitado los mismos testigos, pruebas periciales y documentales que las acusaciones.