Los regantes alicantinos dejaron el lunes plantada a la ministra de Agricultura, Isabel García-Tejerina, que a última hora del pasado viernes, y tras meses de ninguneo y promesas incumplidas, les había citado a una reunión en Madrid para la firma de un protocolo en el que se establecieran las condiciones del nuevo Júcar-Vinalopó. Un trasvase en el que ya no figura la toma del agua de Cortes de Pallás y en el que debe establecerse el envío mixto de agua para regar arbolado desde el Azud de la Marquesa y un caudal de 12 hm3 desde el pantano de Alarcón para el abastecimiento de l'Alacantí vía Canales del Taibilla.

En la Junta Central consideran «una tomadura de pelo» el nuevo movimiento de los rectores del Ministerio de Agricultura y optaron por no acudir a Madrid «para hacerse una foto».

En paralelo a esta iniciativa, el secretario de Estado de Medio Ambiente Federico Ramos, se entrevistaba con la Junta Central de Regantes de la Mancha Oriental en una intento por lograr apoyos a la toma de 12 hectómetros cúbicos de agua del embalse de Alarcón para su uso como agua potable que financiaría el bombeo de agua del Júcar menor calidad desde el Azud de la Marquesa hasta el Vinalopó.

Según informaciones recogidas por la Tribuna de Albacete, el encuentro entre Federico Ramos y el presidente de los regantes albaceteños Francisco Belmonte, al que asistió también la presidenta de la CHJ, Maria Angeles Ureña, acabo sin acuerdos concretos. Belmonte dijo de Ramos que tenía « gran interés en que no nos opongamos a la derivación de 12 hectómetros cúbicos de agua, desde Alarcón a Alicante y nosotros les hemos dicho que de acuerdo, pero no al precio de ceder y callar». Por el momento, el Gobierno no cuenta con el apoyo de la Junta de Gobierno de Castilla-la Mancha.