«Desde hace ocho meses, varios alcaldes me lo están pidiendo». Alfonso Rus explicó que el vacío que Canal 9 dejó el 29 de noviembre de 2013 —cuando el presidente Fabra cometió el antenicidio— era tal que había recibido muchas peticiones de poner en marcha una televisión. Siempre negó que tuviera ninguna intención de instrumentar políticamente el invento, aunque, a preguntas de este diario de si no pensaba que el apagón de Canal 9 había dejado al PP sin su mejor altavoz de propaganda, admitió: «En una televisión pública siempre sale más el que gobierna». Y apostilló: «Que se lo pregunten al PP en Andalucía, lo que sale».

Rus explicó que no quería montar una tele para emitir «Fórmula 1 o los partidos del Valencia CF», matizó, pero tampoco, dijo, por «razones políticas», sino para ofrecer las «fiestas de los pueblos» y lo nostre. En aquella comparecencia ante la prensa para destripar su proyecto, aseguró que nunca había ido «por libre» y que Fabra «lo sabía». Cuestión distinta es que, como contó este diario en exclusiva, el jefe del Consell quería controlar ese proyecto y en una reunión entre ambos Rus llegó a advertir a Fabra, en tono cortante, que en la diputación «mando yo».

«Yo no salía, él [Fabra], sí»

Pese a que negó reiteradamente cualquier pretensión de montar una tele de propaganda política de cara a las elecciones ante el apagón de Canal 9 —como sostenía la oposición— Rus admitió también que se había puesto en contacto con los presidentes de las diputaciones de Alicante, Luisa Pastor, y Castelló, Javier Moliner. Ambos rechazaron el proyecto de articular una televisión de ámbito autonómico que pivotara sobre las tres diputaciones.

El presidente provincial de Valencia señaló que el cierre de Canal 9 respondía a criterios económicos porque «políticamente a Fabra la televisión le interesaba más abierta que cerrada». «Yo no salía, él sí. Soy bajito y cuando la cámara llegaba a mí, pasaba», ironizó.