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Entrevista | Javier Moliner

"Preferimos hacer cantera que fichar a galácticos"

"La sociedad nos pide a gritos una regeneración y eso pasa por las formas, las políticas y las personas" - "En renovación y limpieza nadie nos va a ganar"

"Preferimos hacer cantera que fichar a galácticos"

Su partido acaba de aprobar la candidatura a las Corts con un 70 % de caras nuevas respecto a 2011. ¿Renovar o morir; o morir renovados?

Es apostar claramente por regenerarnos y plantear un cambio en las personas que están al frente de las responsabilidades. En el caso del PP de Castelló, llevamos mucho tiempo impregnando la vida política de este estilo y eso hace que seamos la mejor alternativa de cara al futuro. Somos conscientes de que la sociedad pide a gritos una regeneración y eso pasa por las formas, las políticas y las personas.

En Castelló, el PP ha hecho una transición muy importante y sin grandes tráumas, aunque un sector está ahora en armas por las listas. ¿Cómo planea sofocar la rebelión?

No lo calificaría de rebelión. Es lógico que en la confección de listas haya personas con ambiciones no cubiertas y, con todo el tacto y toda la suavidad, gestionaremos esas situaciones que no pasan del nivel de lo anedóctico. Presido un partido que tiene un comité de dirección que ha rebajado la edad en diez o quince años, que ha cambiado radicalmente y que se presenta como una alternativa sólida, con solvencia en la gestión y una apuesta firme por la transparencia y la regeneración.

¿El fin de ciclo en el PP de Castelló se visualiza con la entrada de Carlos Fabra en la cárcel?

Para nada, las situaciones en el ámbito personal y judicial tienen un recorrido. Desde que me hice cargo de la responsabilidad del PP, me preocupé p0r intentar que el partido fuera la mejor opción para la sociedad y que, desde ese punto de vista, valores como la ejemplaridad, la honestidad, acompañado siempre de una gestión eficaz en lo económico y eficiente en la prestación de servicios, fuera los que nos moviera. Es renovación con referentes jóvenes que representan la historia de un partido que ha hecho bien las cosas, pero con las formas de un siglo XXI.

Tanto usted, como el presidente Fabra entraron en el partido de la mano de Carlos Fabra. ¿Ha sido muy difícil deshacerse de esta influencia?

Tenía las cosas muy claras desde el primer minuto. Los ciudadanos pedían un viraje en la forma de hacer las cosas, manteniendo la esencia de los valores del partido. Con esa idea, y un trabajo en equipo y reforzando mucho a los alcaldes, hemos hecho la transición que nos ubica en una posición ganadora.

¿Tiene la sensación de haber matado al padre?

No tengo para nada esa sensación. Ni he matado a nadie, ni Carlos Fabra era mi padre. He intentado hacer las cosas bien, con sencillez, humildad, honestidad y transparencia y hacer un camino

en el que, evidentemente, no encajaban determinadas actitudes y determinadas personas. Si hacer eso es apartar cualquier atisbo de corrupción que se acerque a ti, apartar formas que entiendes que no son las adecuadas, pues lo asumo.

Fabra ha consultado con todos barones para hacer las listas autonómicas ¿Era lo que tocaba para pacificar el partido?

El presidente ha hecho las listas como hay que hacerlas, consultando a todos, intentando hacer algo muy difícil que es ponerle nombres y números a las lealtades, a los compromisos, a las capacidades y a las oportunidades de las personas. Y eso evidentemente había que hacerlo de la mano de todas las estructuras del partido.

En su provincia se ha echado mano de alcaldes veteranos que no repetían. ¿Por qué?

De los 24 candidatos, 20 han sido alcaldes y concejales. Son elecciones municipalistas porque es un momento en que el ciudadano ha perdido la confianza en la clase política, pero la ha mantenido en sus alcaldes. La figura del político de proximidad que resuelve el problema, mantiene el crédito frente a las grandes estructuras parlamantarias. Y la mejor forma de reconectar con los ciudadanos era plantearles que al Parlamento acudiese quienes hasta hoy les han arreglado los problemas de su acera.

Y pocos independientes. ¿El PP no se ha apuntado a esta moda?

Lo natural es que uno dé paso a gente de fuera a la política, pero desde el ámbito municipal, porque es el primer eslabón de conexión del ciudadano y que luego la experiencia en este ámbito provoque un salto. Prefiero fichar promesas para la cantera y desde la cantera municipalista proyectarlas al primer equipo autonómico, que no la política de galácticos que luego puede no acoplarse, no entenderlo, no tener una continuidad. Algún caso ya ha tenido el partido socialista de fichajes estrella que acaban con salidas también estrella.

Personas que han ocupado cargos importantes, caso de l Marisol Linares, se han quejado de la falta de tacto de Fabra por no haberles comunicado que no seguían de diputadas ¿La entiende?

Confeccionar las listas es complejo y al que sale, lo que le molesta es salir.

¿Piensa que, en general, a los políticos les hace falta más humildad, saber dar paso cuando llega el momento?

Sin ninguna duda, creo que gran parte del descreédito se debe a esa imagen forjada de agarrarse al sillón y que es inmerecida para la mayoría de alcaldes y concejales que viven con normalidad esas salidas. Son unos pocos, quizás muy representativos de la clase política, que se han ganado a pulso que la gente piense así. Por eso es fundamental que el presidente haya planteado una renovación de la gente que le acompañará en el próximo mandato. En renovacion y en limpieza nadie nos va a ganar.

El presidente Fabra marcó distancias en su proclamación en Madrid con la etapa de Camps, ¿usted también reniega de esos años?

Aquí se han hecho cosas muy importantes para la Comunitat Valenica y hay que rendirles el justo homenaje, porque hacen que esta tierra tenga calidad de vida. Eso no quiere decir que no se produjeran errores y de esos errores son los que hay que aprender y marcar distancais. El mandato de Fabra se va a recordar como el de la recuperación de la gestión económica y de la imagen en la política. Y yo me siento copartícipe de ese proceso.

¿Qué gran proyecto para Castelló no hubiera hecho ahora?

En Castelló no se han hecho grandes proyectos provocados por el PP. En la provincia cuando alguien quiera ejemplarizar de un proyecto faraónico debe subirse a Vinaròs y ver lo que son 1.300 millones de euros enterrados en el mar, un proyecto impulsado por un gobierno socialista que no ha llegado a ponerse en marcha nunca.

¿Y el Centro de Convenciones?

Ese es un proyecto prescindible. La ciudad ha encontrado alternativas que han cubierto las carencias.

¿Y el aeropuerto de Castelló?

El aeropuerto está en marcha, tiene vuelos vendidos y va a ser una gran plataforma para el futuro político de nuestra provincia. Si Castelló quiere ser turístico no hay destino sin aeropuerto.

En general, en la Comunitat Valenciana las perspectivas electorales del PP están muy por debajo de los resultados de hace cuatro años. ¿Fin de una era?

Trabajaré para que no sea así. En Castelló las perspectivas van a dejar un mapa muy similar al que hay ahora. Somos conscientes de que la llegada de otras fuerzas hace difícil que se puedan confomar esas mayorías absolutas, pero nosotros somos un grupo polítioc abierto al diálogo. En la diputación, el 80 % de los acuerdos han sido adoptados por consenso pese a tener mayoría absoluta. Las formas de actuar mías y del PP en Castelló abren la puerta a cualquier pacto que vaya en beneficio de Castelló. No hay ningún temor en ese sentido.

¿Buscarán el acuerdo con Ciudadanos?

Los ciudadanos esperan que nos pongamos de acuerdo en lo importante. Me da igual quién sea el interlocutor si lo que está en juego es bueno para territorio. No tenemos ningún caparazón ni ningún cordón sanitario que aparte a nadie, sino las manos abiertas.

¿Será su consejo a Fabra?

Yo me he criado en su escuela. Sé que Fabra tiene todos los condicionantes para ser un político absolutamente abierto a los consensos. Desgraciadamente esta legislatura, la oposición no se lo ha puesto fácil. Es difícil sentarse a negociar con quien solo quiere pelear.

¿A qué achaca el éxito de Ciudadanos?

El discurso de Ciudadanos es fácil de hacer y difícil de ejecutar. Ha llevado al debate político aspectos que desde hace mucho tiempo el PPCV está haciendo. El fenómeno Ciudadanos se deshincha cuando se pone cara y ojos a las candidautras. En Castelló, las candidatura locales de ciudadanos se nutren de concejales expulsados del PP por casos oscuros, del PSOE, de EU: Es un ´totum revolutum´ de coger a todos los descontentos, vengan de donde vengan, sin ninguna coherencia y sensatez. Son proyectos que funcionan en tertulias televisivas, pero difícilmente en la gestión.

¿Qué cree que debería hacer el PP para revertir su declive?

Trasladar a la ciudadanía el orgullo de una gestión que ha permitido recuperar el país. Y a nivel de Comunitat el haber hecho una gestión que ha puesto orden en las cuentas y ha impulsado el crecimiento. Y todo ello desde una voluntad clara de que quien te acompaña puede ir con la cara alta y sin hacer pasar vergüenza a ningun ciudadano. Ese es el aval del PP. Lo mejor para el futuro es confiar en un proyecto que ha aprendido de los errores y se presenta como unica opción en estabilidad.

Usted ha sido de los primeros en introducir medidas de democraticación interna, ¿llegarán estos mecanismos a los estatutos?

Tienen que llegar y me he comprometido a llevarlo al próximo congreso. Los militantes quieren opinar y debemos dejarles que opinen. El poder debe estar en las calles no en las sedes. El proceso participativo de eleccion de candidatos en Castelló fue un éxito. Me encantaría que el 24 de mayo los ciudadanos pudieran votarme como candidato a la diputación en una tercera urna. En este ámbito de la trasparencia, de la participación, hay que dar pasos para demostrar a la gente que es creíble el discurso. La mejor manera de ser ejemplarizante es reducirme el sueldo en un 25% y condicionar el que lo cobre, a que lo ha haya hecho antes el último proveedor.

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