La elusión en cascada de las responsabilidades por la supuesta trama de facturas falsas en Terra Mítica y el control de las obras del parque temático (que costó 51.000 millones de pesetas a las arcas públicas) continuó descendiendo ayer de nivel. El ingeniero de caminos, Antonio Rincón, contratado en abril de 1999 como director técnico para «jalear» a las constructoras del parque temático «para que acabaran urgentemente el proyecto», centrifugó ayer las responsabilidades que descargaron en él sus antecesores en declarar. El exdirector de contratación de Terra Mítica, Justo Valverde, admitió el jueves que se pagaban facturas sin estar respaldadas por contratos porque «estaban avaladas por el departamento técnico» y las responsables de la dirección de obras (Global-Idom y Bobis) en el parque.

Aunque ayer Rincón devolvió la pelota al tejado de Valverde, el ex cuñado de Eduardo Zaplana y a las contratas de la dirección de obra. «Yo firmaba recepciones de obra si estaban firmadas por la dirección técnica y por Bobis (la consultora responsable de la obra)», respondió a la fiscal. Y esos certificados de obra se transformaban en facturas a abonar a las empresas «cuando se abría un expediente de facturación en el departamento de contratación [el de Valverde] al que daba el último visto bueno la gerencia. Era un procedimiento muy farragoso».

Por eso considera «imposible» que el parque temático pagara dos veces por un mismo trabajo: «Eso es imposible. Estaba la gerencia para controlar todo eso. No se podían hacer dos trabajos por lo mismo, había más de 150 técnicos supervisando. Es imposible que eso pueda suceder», repitió el ingeniero, según Europa Press. Rincón incluso ofreció a la sala visitar las obras realizadas en el parque. «Todas las facturas están ejecutadas. El talud al que se alude en ésta sigue allí y no se ha movido y el olivo de Atenea también», ironizó, a lo que la fiscal le cortó tajante: «La cuestión es quién hizo estas obras».

El ingeniero no dejó de llamar «señora» a la fiscal durante el interrogatorio, lo que valió el ruego de la representante del Ministerio Público de que se dirigiera a ella como «su señoría». Rincón incluso se revolvió desafiante cuando se le formularon algunas preguntas. «Es que no me hace la pregunta que quiero que me haga», llegó a espetarle a la fiscal. «¿Por qué es relevante eso?», respondió a la gallega, lo que le valió la amonestación verbal de la presidenta de la sala. «Ya le he dicho que no formule preguntas y se limite a contestar».

Tras Rincón, declararon el matrimonio formado por Alicia García y José María Arráiz, quienes constituyeron la empresa AST Ingenieros que emitió facturas presuntamente falsas a proveedores de Terra Mítica. Se enfrentan a una pena de 5 años y 7 meses de cárcel, según el fiscal. La acusada se desmarcó de las actividades de la empresa. «Yo no tengo nada que ver, no he firmado nada ni sabía de que iba esto», apostilló. Su marido, José María Arráiz, corroboró la versión de su mujer y declaró que en Terra Mítica no hizo nada, aunque sí defendió otros trabajos realizados facturados a sus proveedores. Y concretó que solo se le acusa de una factura, supuestamente falsa, por el modificado de obra de la desaladora, según la agencia Europa Press.