Los acusados de la trama Gürtel por las supuestas irregularidades en los contratos de la Conselleria de Turismo para la feria Fitur volvieron a solicitar ayer una nueva suspensión del juicio y una instrucción suplementaria, dos meses después de la primera suspensión, en el juicio que se celebra contra trece acusados en el Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana (TSJCV). Dos ex conselleras, Milagrosa Martínez y Angélica Such, se sientan en el banquillo de los acusados, junto a los «cabecillas» de la trama Gürtel en Madrid y Valencia: Francisco Correa, Pablo Crespo y Álvaro Pérez.

La principal razón esgrimida por los abogados de las defensas es que algunos de ellos siguen sin poder acceder a la documentación incautada por la policía en los 24 registros efectuados por la policía desde 2009 en las sedes de las empresas de la trama y organismos públicos, incluida en la investigación del Juzgado Central número 5 de la Audiencia Nacional. Y los que han podido acceder a la documentación han constatado cómo «los metadatos de los archivos» ofrecen datos erróneos o imposibles, como «el año 2032 como fecha de creación», según ha constatado Gustavo Galán, abogado de Felisa Isabel Jordán, que entregó un informe elaborado por un perito informático en el que se constata que resulta imposible concretar las fechas de creación o modificación de archivos (un dato importante porque confirmaría o desmentiría las irregularidades en los contratos).

Durante las intervenciones, los letrados no escatimaron críticas contra la Fiscalía Anticorrupción a la que lanzaron contínuos dardos verbales. «La Fiscalía debe garantizar la igualdad de armas procesales, pero nos está impidiendo el acceso a la información. Denunciamos la supremacía del Ministerio Fiscal y exigimos una igualdad de armas, porque ambas partes deben tener las mismas pruebas», reclamó el letrado de Cándido Herrero, Juan Carlos Navarro. Para hacerse una idea del volumen de información, los archivos informáticos a los que precisan tener acceso ocupan 6.000 gigas. «Y sólo el registro de Orange Market ocupa dos gigas», según Herrero.