El momento álgido del discurso de Mònica Oltra llegó cuando recordó la etapa del PP al frente de las instituciones y se refirió al Gobierno central tras las dos últimas amenazas de intervención, una por el incumplimiento del déficit y otra por los retrasos en el pago a proveedores. Esta relación será uno de los puntos de tensión de la próxima legislatura que se multiplicará con la batalla de la financiación. La líder de Compromís avisó: «No nos van a hacer bajar la cara. La gente de pueblo nunca bajamos la cara». Los diputados de la coalición, los socialistas y hasta Podemos rompieron en aplausos.

Tras esta declaración, continuó con su ofensiva contra el PP y las instituciones que han gobernado: «los que han hecho el agosto con esta crisis harán lo posible para que no funcione el cambio político que ahora iniciamos». Y añadió que tendrán que «plantarse en más de una ocasión», por ejemplo, «para lograr una financiación justa, ante cualquier gobierno que salga de las urnas en las elecciones generales, que esperamos que sean de cambio».

En una breve réplica, Puig agradeció a Compromís su apoyo y confianza, y se mostró convencido de que el nuevo Gobierno será «un gran éxito para el país», al tiempo que dijo a Mònica Oltra que a ambos les unen «más cosas de las que dicen». La futura vicepresidenta comenzó su intervención con un poema de Mario Benedetti —«Algunas claves del futuro no están en el presente ni en el pasado, están, extrañamente, en el futuro»—, Puig recurrió también al poeta uruguayo para afirmar que «contra el optimismo no hay vacunas».