El pago del 1% de incremento salarial para los funcionarios y el 75% de la paga extra de navidad de 2012 (que se abonará un 25% en 2015 y un 50% en 2016) supondrán un impacto económico para la Generalitat de 289,17 millones de euros no contemplados en los presupuestos de 2015 y 2016. Fuentes de la Conselleria de Hacienda señalaron que en 2016 el agujero será de 213,94 millones por la subida salarial del 1% a los empleados públicos „que se extiende al sector público, universidades y centros concertados„ y el 50% de la extra de Navidad de 2012, una cantidad que equivale al 0,2 % del PIB de la Comunitat de ese año, cuando el objetivo de déficit fijado por el Ministerio de Hacienda es del 0,3%.

«El Estado nos obliga a no sobrepasar el objetivo de déficit, pero al mismo tiempo el ministerio toma decisiones que repercuten en las arcas de la Generalitat sin habernos consultado previamente y sin modificar el techo de gasto», señalaron las mismas fuentes. Desde el Consell se recalcó que están a favor de las mejoras salariales pero creen que Montoro debe transferir los fondos o ampliar el déficit para cubrir esa necesidad.

De momento, la Generalitat deberá «buscar disponibilidad presupuestaria» para atender estas medidas. En 2015, el Consell tiene que abonar un 25% de la paga extra de Navidad de 2012 de los funcionarios que fue suprimida, lo que supondrá un impacto no contemplado en los presupuestos de 75,23 millones de euros. En 2016, la Generalitat tendrá que hacer frente al 1% de incremento salarial, lo que tendrá una repercusión de 63'47 millones. También en 2016, tendrá que contabilizar el 50% restante de la extra (el otro 25% se pagó a principios de 2015), lo que supone otros 15,47 millones.

Ayer, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, defendió la mejora de la financiación de la C. Valenciana en 2016, que cifró en 1.583 millones „mil por el aumento en los fondos y el resto, por el ahorro en intereses con la deuda a tipo cero„, al ser preguntado en Madrid sobre la exigencia de una cumbre de presidentes autonómicos reclamada por el jefe del Consell, Ximo Puig, quien también acusó a Montoro de actuar «como la peor troika» por su inflexibilidad ante el déficit. Rajoy avaló la negativa a suavizar el tope de desfase entre ingresos y gastos, y recalcó a Puig y al resto de ejecutivos autonómicos que el límite de déficit «hay que cumplirlo» porque «no es una decisión caprichosa de nadie» sino un mandato constitucional por decisión del Ejecutivo de Zapatero. Defendió que la mejora de 10.000 millones en los fondos a las regiones se ha hecho sin cambiar el sistema de financiación. «Todo el mundo cree que está mal financiado», zanjó.

«Rajoy, en el río con Puig»

En Valencia, la vicepresidenta Mònica Oltra, en la rueda de prensa posterior a la reunión del Consell, ironizó sobre el hecho de que Rajoy aún no haya dado una fecha para recibir a Puig, al apuntar que no sabe «si pretende que vaya a zambullirse al río con él». Oltra comentó sobre Rajoy: «Está zambulléndose en los ríos de España; no sé si pretende que [Puig] vaya a zambullirse con él; no creo que el presidente de la Generalitat tenga esos planes este verano».

Oltra también manifestó que si Montoro «no entiende que los poderes públicos están para garantizar los derechos fundamentales de las personas, habrá que hacer un mejor casting de ministros». «Montoro tiene una doble actitud, por una parte de soberbia y, por otra, cuando se pone en modo elecciones».