El Ministerio de Fomento mantiene paralizadas las obras de ampliación del puente de Xirivella, en la A-3 y sobre el nuevo cauce del Túria, debido a un problema administrativo derivado de la necesidad de aprobar un modificado que Madrid no ha asumido todavía pese a los informes favorables de la Demarcación de Carreteras.
El parón, unido al que provocó un problema similar en el puente de acceso al aeropuerto de Manises, impide la finalización de las obras de ampliación del tercer carril de la A-3 Buñol-Valencia, prevista inicialmente para junio de 2012 y que la ministra de Fomento Ana Pastor fijó recientemente (29 de marzo de 2015) para junio de este mismo año.
El tramo conflictivo tiene apenas 53 metros de longitud y una plataforma de 5,3 metros de ancho que permite incorporar el tráfico rodado procedente de Xirivella y una pasarela peatonal al puente sobre el nuevo cauce del Turia, que ya fue ampliado en una fase anterior para incorporar los nuevos carriles.
Las perforación para construir los pilotes donde apoya la ampliación encontró un terreno de grandes bolos de piedra no previstos en el diseño, lo que obligó a modificar y encarecer las obras. Sin embargo, este complementario a la obra inicial, iniciada en febrero con un presupuesto de 1,38 millones de euros, está pendiente de aprobación y la obra parada por decisión de la Demarcación de Carreteras sin que exista por el momento una previsión de desbloqueo.
La construcción del tercer carril de la A-3 Buñol -Valencia (en realidad el tercer carril solo se ha habilitado desde Chiva) incluyó finalmente una salida propia para Xirivella en dirección Valencia y la construcción de un falso túnel para que el tráfico procedente de la A-3 acceda directamente a la V-30 sin pasar por el casco urbano de esta localidad de l´Horta.
Preguntado por la situación de estas obras, Manuel Miñes, director gerente de la Cámara de Contratistas de la Comunitat Valenciana mostró su preocupación por que los Presupuestos General del Estado contemplen para 2016 una inversión de 12 millones de euros «en una obra que debería estar terminada este mismo año» .
«Antes, los Presupuestos Generales de Estado eran algo muy serio y ahora tienen menos vida que el papel en el que se imprime. Si además se encomiendan a una empresa pública como es este caso, no existe prácticmente ninguna posibilidad de ejercer un control sobre las adjudicaciones o sobre el calendario de ejecución», subrayó.
La obra tenía presupuesto destinado en 2015 y ahora aparece como «obra nueva» en el del año 2016. «Obviamente falta voluntad politica para acabar de una vez la obra», concluyó.
El proyecto para la construcción del tercer carril fue el último gran proyecto incorporado a los PGE por el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero aunque los primeros estudios datan de la época de Álvarez Cascos como ministro de Obras Públicas. Tras numerosos retrasos, las obras fueron finalmente adjudicadas en las primeras semanas de 2010 y estaba previsto que terminaran en junio de 2012, según los adjudicatarios. Según estimaciones del ministerio de Fomento, cuya titular Ana Pastor situó en junio de este año la finalización de las obras, el coste de los trabajos asciende a 97 millones.
