La última semana de agosto marca el reinicio de la actividad política. Tras el curso más decisivo en décadas, que alumbró el primer gobierno de izquierdas en la Comunitat Valenciana tras 20 años de hegemonía popular, el inicio del nuevo será determinante. El Consell quiere imprimir su sello y avanzar en el giro social iniciado en julio con los pagos a los dependientes, las ayudas a la vivienda o la recuperación de la sanidad universal. Pero el camino se presenta repleto de curvas. Estos son los asuntos candentes del trimestre.

El gran reto del nuevo curso

Será clave para el nuevo Consell la elaboración de sus primeros presupuestos porque serán analizados con lupa. El Ejecutivo admite que la dificultad en este asunto es máxima porque la infrafinanciación y la dependencia económica de Madrid frenan cualquier alegría presupuestaria. El Consell de Puig asegura que los presupuestos que el PP presentó en 2014 eran «falsos» porque incluían una transferencia de mil millones del Estado, en calidad de compensación y a través de alguno de los mecanismos financieros habilitados, que nunca llegó. Con un Consell de diferente signo político al del Gobierno la transferencia de ese dinero es una quimera. Incluso Compromís denunció los últimos presupuestos del PP en el juzgado.

Hoy, descartada la opción de prorrogarlas, las cuentas tienen que ser obligatoriamente más sociales para cumplir con la promesa electoral y el pacto del Botànic, que en su primer punto recogía que la prioridad son las personas, el lema de Compromís. Pero de los 16.500 millones aproximados, unos 14.500 están hipotecados. El margen de maniobra será escasísimo.

Pese a la situación económica

El giro ya se ha producido, pero hay consellerias donde el tiempo corre en su contra. Ocurre, por ejemplo, con la de Educación y la promesa de rebajar las tasas universitarias. Este departamento se ha encontrado que con el curso a punto de comenzar no hay tiempo para acometer esta cuestión. Sí se han modificado las ayudas al transporte escolar a través de un cambio en la redacción de la ley. En este ámbito se podría circunscribir también la promesa del bipartito de recuperar los conciertos sanitarios. Está descartada la reversión antes del vencimiento de los contratos, pero el Consell subraya que vigilará y denunciará cualquier incumplimiento grave.

El gran asunto nunca resuelto

Es el gran caballo de batalla político. El principal y primer escollo. Cualquier otro asunto de la agenda lleva irremediablemente a la financiación. El Gobierno ha vuelto a poner en marcha el grupo de trabajo para cambiar el modelo, pero el Consell no espera grandes avances este trimestre Además, llegará la auditoría de cada una de las consellerias que el primer pleno del Consell acordó solicitar a Intervención de la Generalitat. El drama será monumental, porque el Consell prevé encontrar aún muchos pagos pendientes que hoy desconoce. En unos días también llamará a la puerta uno de esos sobresaltos con los que van a encontrarse casi a diario: Ciudad de la Luz. El Consell está obligado a convocar la segunda vuelta de la subasta, desierta en agosto. De los primeros 270 millones ahora sale por 60. El Consell no quiere malvenderla y busca un nuevo uso.

Dejarán un escenario inédito antes de Navidad

Políticamente, el arranque del curso está condicionado por las generales de noviembre o diciembre. La alianza de Compromís con el partido de Pablo Iglesias, a falta de cerrar el orden de los factores, abrirá un escenario inédito antes de otoño. Uno de los dos socios del Consell, Compromís, se aliará con el tercero, Podemos, que sustenta la mayoría en las Corts. Ese acuerdo puede provocar un seísmo en la actual correlación de fuerzas. Condicionará al Consell porque si la coalición logra mejor resultado que los socialistas, reforzará la posición inicial del partido de Mònica Oltra y Enric Morera previa al pacto del Botànic, la de que juntos, Podemos y Compromís, tienen más apoyo social que el PSPV.

Si se confirma ese escenario, Compromís podría reclamar más espacios de poder en el ejecutivo valenciano. También está por ver el resultado de Podemos en el conjunto de España, si es capaz de ser clave en un futuro Gobierno. El peso de ese resultado en territorio valenciano o la influencia que pueda adquirir Compromís en el ámbito estatal serán cruciales.

Permanente agenda nacional

Cataluña y las elecciones del 27 de septiembre centran la agenda nacional. El jefe del Consell, Ximo Puig, también busca, como dirigente del PSOE, su espacio con el reto de tender puentes entre Cataluña y España. Tras el encuentro del sábado con el presidente catalán, Artur Mas, en Menorca, el jefe del Consell recibe este jueves en el Palau de la Generalitat al primer secretario de los socialistas catalanes, Miquel Iceta. Cataluña va a marcar la agenda del primer mes y el Consell no escapa a su influencia. Puig ya sabe por boca de Mas que no hay vuelta atrás en el proceso soberanista catalán.