La voz de alarma ha vuelto a sonar en el viejo edificio del hospital La Fe de Campanar, al anunciar ayer a las tres de la tarde a la plantilla de trabajadores que la quinta planta „una de las dos habilitadas para acoger pacientes crónicos desde 2011„ no se reabrirá y quedará clausurada a partir del uno de septiembre.

Tras la noticia, no se indicó dónde se reubicará el personal que estaba destinado a dar servicio a esas habitaciones.

De hecho y según indicaron fuentes próximas al centro, este verano fueron desalojados los pacientes que se encontraban en esa planta para trasladarlos a la séptima.

Intersindical Salud ha expresado que la decisión de mantener cerrada en verano las 23 camas de la quinta planta se hizo bajo criterios «puramente económicos» y «con el fin de ahorrar en la sustitución del personal», y que este hecho, «es una muestra más del abandono que sufre La Fe de Campanar».

Más grave aún es, a criterio de la entidad sindical, «la marginación de los enfermos crónicos y de larga estancia en el sistema sanitario público». Intersindical ha acusado a la dirección del departamento de «dejadez de sus funciones» e irresponsabilidad.