«Hemos peleado mucho con el anterior Consell del PP para que ahora la nueva Generalitat no nos escuche». Así lamentaba ayer la presidenta de la federación provincial de Ampas FAPA València, Eva Grimaltos, el freno que ha echado el conseller de Educación, Vicent Marzà, a la adjudicación de la construcción de los 12 colegios e institutos públicos que licitó en los seis primeros meses de este año su antecesora en el cargo, la popular Mª José Català, por un coste total de 74,3 millones de euros.

Marzà avanzó este lunes que en el nuevo mapa de construcción de infraestructuras educativas en el que tendrán «prioridad» los 30 centros docentes alojados integramente en barracones. El retraso en la adjudicación de las obras, junto al anuncio de Marzà, ha hundido la moral de las Ampas de esta docena de centros que tras años de reivindicaciones empezaron a ver la luz al final del túnel en las últimas licitaciones del Consell del PP.

Para algunas de estas escuelas, como el Colegio público de Educación Infantil y Primaria (CEIP) Emilio Lluch de Nàquera o el CEIP Severí Torres de Villanueva de Castellón, esta podría ser la segunda licitación fracasada. El portavoz del Ampa del Emilio Lluch, Javier Quintanilla, expresa así la frustración que sienten los padres de este colegio: «Tras 10 años de lucha conseguimos que conselleria licitara el centro, y ahora nos van a volver a poner en la cola porque el 50 % de los alumnos no está en barracones».

Grimaltos, que pertenece al Ampa del Severí Torres, denuncia que esta escuela «dividida en tres emplazamientos y separada por una rotonda, lleva 39 años con el aulario de Infantil en un edificio provisional». Para la presidenta de FAPA, «todas las obras son prioritarias», por lo que entiende que Marzà «debería lanzar su mapa escolar sin paralizar los procesos de adjudicación de la anterior conselleria».

Además de estos dos colegios, los otros centros licitados en 2015 antes de elecciones por Català que no han sido adjudicados todavía son los CEIP Carraixet (Almàssera), Regina Violant (Almassora), Benicadim (Beniarbeig), Cardenal Tarancón (Borriana), Pedro Alcázar (Nules), Número 18 (Orihuela) y Príncipe de España (Rojales), junto al Centro de Educación Especial (CEE) Sanchis Banús (Ibi) y los Institutos de Educación Secundaria (IES) Azorín de Petrer y La Encantà de San Fulgencio.

Estas licitaciones forman parte de un paquete de 32, por 187 millones en total, incluidas en el plan que la Generalitat del PP envió al Banco Europeo de Inversiones (BEI) para completar las aportaciones que el Consell de Camps no realizó a un préstamo finalista. De los 32 colegios —dos ya estan acabados, cinco en construcción y dos adjudicados—, el Gobierno de Fabra licitó 8 entre enero y abril de este año, mientras prometía sacar a concurso otros 13 antes de elecciones, que al final se quedaron en cuatro.

Se mantiene la nota de corte en las becas de comedor

La Conselleria de Educación mantendrá este curso la misma nota de corte para acceder a las becas de comedor que la anterior Generalitat del PP. Así, optarán al 100 % de la ayuda aquellos alumnos con entre 19 y 20 puntos en un baremo donde el nivel de renta es determinante. Para beneficiarse de la ayuda del 70 % hay que estar entre los 15 y los 18 puntos. La beca del 100 % no cubre el precio del menú, por lo que las familias deben pagar 56 euros por comensal y curso. En el caso de las ayudas del 70 % hay que abonar 28 euros al mes. Cuando el PP estaba en el Consell, la oposición de izquierdas pedía que se bajara la puntuación para que las becas llegaran a más escolares. Lo que si que ha cumplido el bipartito es que las ayudas cubran desde el primer hasta el último día de clase. La previsión es que lleguen a 85.000 alumnos de la pública y la concertada.