Seis búfalas de la reserva de Valdeserrillas en Benagéber que habían escapado sobre las 13 horas de ayer fueron localizadas tres horas después en la localidad conquense de Talayuelas, a unos cinco kilómetros, según informaron fuentes del Servicio de Emergencias de Castilla-La Mancha 112.

Sobre las 13.17 horas recibieron un aviso de que las búfalas se encontraban entre las localidades de Benagéber y Talayuelas y se dirigían hacia la laguna de este municipio conquense, próximo al municipio de Sinarcas. Los animales fueron localizados sobre las 16 horas y los servicios de emergencia movilizaron los medios necesarios para devolverlos a la reserva en un operativo en el que han participado Guardia Civil y agentes medioambientales. Los bisontes, procedentes de distintos parques europeos, habían llegado a la reserva de Valdeserrillas, en Benagéber, el pasado 3 de junio.

A cinco kilómetros

Las seis búfalas son domésticas y se utilizan para limpiar cortafuegos, acción que estaban realizando en terreno de la Comunitat Valenciana, para lo que cuentan con permiso, antes de caminar durante cinco kilómetros hasta la localidad conquense. El director de la Reserva de Valdeserrillas de Benagéber (Valencia), en la que viven las búfalas, Carlos Álamo, explicó que ha sido él mismo el que ha avisado al Servicio de Emergencias 112 y a la Guardia Civil de que los animales habían entrado en la Comunidad de Castilla-La Mancha. «Los búfalos no entienden de límites», explicó Álamo, quien aclaró que las búfalas no se han escapado de la reserva sino que habían sido conducidas por él mismo hasta un cortafuegos. «Lo que pasa a veces es que los animales se mueven más deprisa y han salido fuera del terreno donde suelen estar y estamos pegados a la provincia de Cuenca», apuntó Álamo, quien aseguró que estas búfalas asiáticas no son peligrosas, pues su domesticación se remonta varios miles de años atrás.

Las búfalas caminaron hasta Talayuelas en busca de agua y allí se encuentran dos lagunas, aunque decidieron dar la vuelta antes de llegar. A última hora de la tarde, un responsable de la reserva conducía de nuevo a las búfalas a su hábitat.