El Ministerio de Industria formalizó ayer mediante la publicación de una orden en el Boletín Oficial del Estado la «suspensión» y «extinción» de los permisos de investigación de hidrocarburos otorgados a la multinacional Cairn Energy en aguas del golfo de Valencia.

La decisión, anticipada por la Alianza Mar Blava y adelantada por Levante-EMV en su edición del pasado 3 de junio se produce como consecuencia de la «renuncia» del promotor„Capricorn Spain, filial española de Cairn„ sin que el ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente haya llegado a emitir su informe en el proceso de Evaluación de Impacto Ambiental. A falta del citado pronunciamiento, los firmantes de las 128.000 alegaciones presentadas al proyecto se quedan sin saber si existía, o no, en opinión del Gobierno, un daño a los ecosistemas, los intereses pesqueros y turísticos.

En cualquier caso, la renuncia de «Capricorn Spain», presentada el pasado 5 de mayo, es ya firme, aunque transcurrido un plazo de seis meses otras compañías podrían volver a solicitar el permiso sobre las áreas concedidas a la multinacional escocesa.

Carlos Arribas, portavoz de Ecologistas en Acción, una de las organizaciones que ha liderado en la Comunitat Valenciana la oposición al proyecto, cree que la fuerte reacción social articulada en torno a la exploración «debería ser suficiente» para desactivar nuevos intentos de la industria petrolífera.

No obstante, Arribas admite que el silencio del Gobierno podría animar en el futuro a otras empresas petrolíferas a solicitar los permisos que ahora quedan «francos y registrables».

«Para nosotros no existía ninguna duda sobre el impacto al corredor de cetáceos y a espacios protegidos de la red Natura 2000 y el parque de Columbretes, aunque el Gobierno no se ha pronunciado, de modo que otras empresas pueden verse tentadas a intentarlo si cambian las circustancias», aseguró.

Para «Mar Blava», el colectivo ciudadano y ecologista creado en las Islas Baleares contra el proyecto, «Cairn» habría renunciado tras conocer que el informe de impacto ambiental iba a ser negativo.

El brutal descenso del crudo, que en 2010, coincidiendo con la concesión a Cairn, rondaba los 119 dolares el barril de Brent „ayer cotizaba a 47,8 dólares„ y del gas „en parte por la aportación del obtenido mediante el ?fracking? en Estados Unidos„ han enfriado el interés de las compañías por emprender costosas operaciones de búsqueda de hidrocarburos, pero esa coyuntura puede cambiar en el futuro.

80 millones de inversión

Previamente a la renuncia, Capricorn Spain pidió un reconocimiento explicito al ministerio de Industria de que los proyectos estaban suspendidos «por causas no imputables» a la compañía „el retraso en la tramitación de la evaluación de impacto ambiental previa a la campaña sísmica„, lo que permite la petrolera recuperar la fianza y no hacer frente a sus compromisos de inversión, cifrados en unos 80 millones de euros en el caso de que hubiera llegado a perforar en la búsqueda del petróleo.