Una mujer valenciana se incorporó ayer tarde a la orden de vírgenes consagradas en una celebración presidida por el cardenal arzobispo de Valencia, Antonio Cañizares, en la parroquia de San Martín Obispo y San Antonio Abad de la capital del Turia.

Se trata de María José Requena, natural de Valencia, de 50 años de edad, feligresa de la parroquia e integrante del Camino Neocatecumenal y que trabaja como auxiliar de farmacia, según indican fuentes del arzobispado.

En la misa, en la que concelebraron con el cardenal el obispo emérito de Lleida, monseñor Joan Piris, y cuatro sacerdotes, participaron feligreses de la parroquia, otras vírgenes consagradas de la diócesis así como amigos y familiares de María José Requena.

La orden de vírgenes consagradas es uno de los carismas que surgió en los primeros siglos del cristianismo y tiene como peculiaridad esencial «vivir una entrega radical al Señor desde la vida cotidiana, siendo representación y figura de la Iglesia, esposa de Cristo, con el propósito santo de guardar castidad y vivir con fidelidad el Evangelio», apuntan desde el arzobispado.

Además, las vírgenes consagradas mantienen reuniones mensuales de retiro y formación, y «colaboran en alguna comisión o proyecto de la archidiócesis, teniendo como una de sus misiones fundamentales la de rezar por las intenciones del arzobispo, al cual están vinculadas directamente», añaden.

Tras la incorporación de María José Requena, la orden de vírgenes consagradas cuenta con un total de 13 mujeres en la diócesis de Valencia.