La ley de señas de identidad fue derogada el jueves pasado por la mayoría de las Corts y el PP ya anunció que en cuanto pudiera volvería a presentarla. Era un gesto con el que dejar claro que no van a renunciar a un debate, el de la pelea identitaria y los símbolos, que muchos en el PPCV están convencidos de que les beneficia electoralmente al formar parte de su ADN político.

De momento, los populares tienen previsto trasladar el debate a los municipios valencianos. La portavoz del grupo popular en la Diputación de Valencia, Mari Carmen Contelles, anunció ayer que presentarán una moción para que los ayuntamientos voten que la ley de señas de identidad vuelva a estar en vigor en la Comunitat Valenciana. El objetivo, especificó la diputada provincial, es que los concejales de otros grupos políticos se «retraten» ante sus ciudadanos y se pronuncien sobre si quieren o no una ley que proteja las señas de identidad, como los «bous al carrer».

En principio, los populares quieren poner en un brete a Ciudadanos, que en el pleno de las Corts del pasado jueves votó dividido la propuesta el tripartito de derogación de la señas de identidad.

Aunque desde posiciones difentes, populares y Ciudadanos compiten por el mismo electorado, en concreto, por aquellos sectores que más rechazo muestran hacia las tesis nacionalistas. El conflicto en Cataluña está en los discursos de unos y otros, pero, de los dos, sólo los populares hacen una defensa del valencianismo político.

Ciudadanos mantiene que la decisión de que sólo medio grupo parlamentario respaldara la derogación de la ley de señas responde a una estrategia, pero el PP cree que algunos concejales tendrán dificil negarse a apoyar una norma que, además de la defensa del secesionismo lingüístico, recoge tradiciones como los «bous al carrer». Esta será una de las cuestiones que los populares tratarán de plantear en los respectivos plenos municipales en los que forzarán el debate de su propuesta.