La Diputación de Valencia presentó ayer su estrategia de acción contra el cambio climático en una jornada celebrada en el Muvim a la que asistieron más de 150 representantes y técnicos municipales. La vicepresidenta, Mª Josep Amigó, afirmó que «con el calentamiento global estamos ante un gravísimo problema, pero también ante una enorme oportunidad de dinamización de la economía de nuestros municipios para, implementando políticas de mitigación y de adaptación, avanzar hacia el cambio de modelo energético y productivo y la creación de ocupación local».

La vicepresidenta se refería así al Pacto de Alcaldías por el Clima y la Energía, un movimiento europeo en el que participan las administraciones locales y regionales que asumen de manera voluntaria el compromiso de reducir un 40 % las emisiones de CO2 antes de 2030, entre otros puntos.

El diputado de Medio Ambiente, Josep Bort, anunció en presencia del diputado de Cooperación Municipal, Emili Altur, que los ayuntamientos adheridos a este pacto serán premiados, puesto que la adhesión «puntuará positivamente para recibir más ayudas de los Programas Provinciales de Obras y Servicios (PPOS), pero de manera controlada». En este sentido, Mª Josep Amigó añadió que «queremos ir más allá, incentivaremos económicamente a los ayuntamientos pero sabiendo que si no cumplen en un año con las obligaciones del pacto se les retirarán esas ayudas y será evidente el mal lugar donde quedará un municipio que se adhiere y después no cumple».

El acto de ayer tenía como objetivo promover la adhesión de los municipios al plan, un programa que arrancó en 2008 y del que participan ya 6.500 localidades de toda Europa y más de 1.450 en España.

Localidades participantes

La Diputación de Valencia ha querido ponerse las pilas con este plan, en el que de momento solo participan 17 municipios de los 266 que hay en total. En Alicante las cifras son muy diferentes, con un total de 130 localidades de 140 adheridas al pacto. El diputado Bort cree que con las nuevas medidas impulsadas se llegará en un par de años a que el 80% de ayuntamientos se haya unido al programa. Otras diputaciones ya llevan 8 años en esta línea, mientras que la de Valencia no había iniciado el camino hasta ahora, según informaron ayer.

Thomas Brose, director de la Alianza por el Clima, explicó que «hay que pasar de la energía fósil a la energía renovable con políticas publicas que apoyan estos cambios. No es un proceso administrativo sólo, es un proceso de transformación social». Brose añadió que «en la conferencia de París se destacó que la importancia de los municipios es fundamental para llevar a cabo el que los Estados no pueden conseguir desarrollar en este cambio tan necesario».