La consellera Elena Cebrián manifestó ayer que la estrategia del Gobierno Valenciano en los próximos años debe ser buscar la autosuficiencia de recursos hídricos. No solo por las dificultades que existen para atender las demandas actuales y la imposibilidad de obtener recursos procedentes de otros territorios, sino porque esta es «la única posibilidad que tenemos de prepararnos frente a la escasez de recursos que los expertos nos anuncian con el cambio climático».

«Quizás ahora todavía hay momentos y territorios en los no hace falta recurrir al agua regenerada o a la desalada, pero si disponemos de las intraestructuras y de los instrumentos adecuados de gestión, podremos poner en el balance estos recursos que son los que nos garantizan el mantenimiento de nuestros niveles de actividad económica y la conservación de espacios naturales», declaró.

La consellera manifestó que el agua depurada «tiene un gran potencial para canalizar un mayor volumen de agua a la agricultura y a garantizar los caudales ecológicos». Aunque hoy parece utópico o directamente imposible, en el futuro podrían darse cesiones de agua «viva» para, por ejemplo, mantener la Albufera, a cambio de agua regenerada procedente de depuradoras. «Es cierto que no parece posible a corto plazo, pero s una de las líneas de trabajo que queremos seguir», destacó Cebrián.

El ejemplo de Pinedo

En este sentido, la depuradora de Pinedo es el paradigma del potencial de uso de las aguas residuales, no como un vertido directo a la Albufera, pese al tratamiento terciario, sino liberando caudales del Turia y el Júcar que hoy van a la agricultura y que podrían ser sustituidos por agua regenerada.

Aunque se ha avanzado mucho en proyectos para la reutilización de aguas residuales de Pinedo, la mayor depuradora de la Comunitat Valenciana sigue arrojando al mar al menos 40 hectómetros cúbicos anuales de agua. En 2013, los emisarios submarinos de la Comunidad Valenciana vertieron al mar 195,8 millones de metros cúbicos.

Respecto a la sitúan de sequía actual, Elena Cebrián dijo que no esperaba restricciones para ningún tipo de cultivo, aunque añadió que todavía «es pronto para pronunciarse. Es cierto que llegamos con menos reservas, pero en las últimas semanas han caído las temperaturas, llueve algo... ha nevado en las cabeceras de los ríos. Creo que la situación puede cambiar pero en cualquier caso vamos a trabajar con la Confederación Hidrográfica para que no haya problemas».