La dirección nacional del PP, al menos algunos de sus miembros más destacados, ha cerrado filas con la presidenta del PPCV, Isabel Bonig, en su pulso con los concejales del cap i casal para que dejen el acta o, al menos, abandonen el grupo popular. La lideresa amenazó la semana pasada con dimitir si desde la dirección nacional se le cuestionaba públicamente en su decisión de solicitarles el acta.

El PPCV defiende que estos ediles (investigados por un presunto delito de blanqueo de capitales en el marco de la operación Taula) se comprometieron por escrito a irse si, una vez levantado el secreto de sumario, seguían imputados. Sin embargo, ellos se aferran al acta y alegan que no existe ningún auto que confirme su situación judicial.

En este tira y afloja, la dirección nacional, quien en la semana fallera tomó el control y les abrió un expediente informativo, ha lanzado un capote a la lideresa, quien se arriesga a una desautorización en toda regla si Génova la desoye y se conforma con una suspensión cautelar de militancia, una sanción que les permite seguir en el grupo en calidad de independientes.

En una entrevista publicada ayer en La Razón, el vicesecretario de organización, Fernando Fernández Maillo, dejó claro que Bonig no va por libre y que cuenta el respaldo de Génova. «Isabel Bonig está haciendo un magnífico trabajo y toda la dirección regional también». «Bonig está en su derecho de pedirles el acta», afirmó Maillo, que abriío la puerta a que el expediente abierto por Génova termine en disciplinario y con una expulsión del partido. Preguntado sobre si esta situación podría darse, contestó: «Podría pasar perfectamente».

A diferencia del presidente nacional del PP, Mariano Rajoy, que la semana pasada dijo desconocer si Bonig les había pedido el acta, Maillo evidencia que conoce al dedillo el pulso con los ediles. Así, da por buena la reunión en la la presidenta arrancó a los concejales el compromiso de irse voluntariamente. Maillo también entró en detalle sobre la situación en la que se encuentran los ediles sancionados:

«La suspensión cautelar representa que provisionalmente no forman pate del partido. No es definitiva, se les puede mandar al grupo mixto cuando sea. Mientras tanto, se mantiene en el Grupo Popular a efecto de nombre. No están bajo nuestra disciplina, no son citados a los actos públicos del partido ni tiene que votar lo que diga el PP. Esto no prejuzga nada. Si concluimos que el comportamiento no ha sido el correcto, se transformará en expedientes disciplinarios».

También apuntó que no es necesario, como cuestionan los ediles, que sea abra juicio oral para que se amplicen las medidas más extremas.Las declaraciones de Maillo se suman a las del responsable de Comunicación, Pablo Casado, apoyando la tesis de que el expediente puede acabar en disciplinario. Incluso en el programa de Salvados del domingo, Rajoy citó a Bonig y la puso de ejemplo de contundencia contra la corrupción.