Matilde Desantes, la directora del colegio concertado Jesús-María del barrio de la Fuensanta de Valencia en el que la Conselleria de Educación ha ordenado cerrar dos aulas de Primaria para el próximo curso, alerta de que este recorte «daña a los más débiles» de este centro con 371 alumnos, uno de cada cuatro de ellos de etnia gitana, y con un 44 % de hijos de inmigrantes procedentes del Tercer Mundo.

Educación no ha aceptado las alegaciones de este colegio de doble línea en Primaria al que la anterior conselleria del PP ya cerró para este curso dos aulas por falta de alumnado. Con las dos nuevas supresiones la escuela perderá en dos cursos 4 de sus 12 aulas, lo que se traduce en seis maestros menos.

Todos estos recortes asegura Desantes, «atacan la educación inclusiva» que se hace en el centro al poner en peligro de desaparición la segunda línea de Primaria. La conselleria no ha salvado las aulas del Jesús-María porque argumenta que no escolariza al menos un 30 % de alumnado de educación compensatoria por ser inmigrante, pertenecer a una minoría étnica o a un contexto social desfavorecido. Fuentes del departamento de Marzà fijan en un 25 % el porcentaje de compensatoria del centro.

Desantes discute el razonamiento de Educación al criticar que no haya tenido en cuenta que el colegio atiende también a 15 alumnos con dictámenes de escolarización (Trastorno del Espectro Autista, Trastornos Generalizados del Desarrollo...) de Necesidades Educativas Especiales de Atención Educativa (NEAE), ni tampoco que otros 20 niños precisan de Adaptaciones Curriculares Individualizadas Significativas (ACIS). El colegio, que defiende que el 27 % de su alumnado es de compensatoria, destaca que si a estos niños se suman los dictámenes y las ACIS, dicho porcentaje asciende al 38 %.

Compleja realidad socioeducativa

Lo que más sorprende a Desantes, sin embargo, es que la conselleria no haya tenido en cuenta el informe del Servicio Psicopedagógico Escolar (SPE) de zona de la propia conselleria, que recomienda que se «anule» la supresión de las dos unidades en atención a la compleja realidad socioeducativa del colegio y su entorno.

El documento incide en que el paro de este barrio, uno de los más pobres de Valencia, es del 50 %. Además, añade, que entre la mitad de la población que tiene trabajo, en el 30 % de casos son a tiempo parcial.

El SPE también incide en que el «44 % de los alumnos son inmigrantes de países en desarrollo y otro 24 % de etnia gitana». «De las 237 familias de la escuela, más del 40 % pertenecen a familias no convencionales, con una estructura de diversidad funcional», añade.

Desantes invita a Marzà a que visite el colegio. «Fríamente y desde la distancia es fácil suprimir unidades, pero si pisa nuestras aulas verá que con estos recortes se está robando a los niños que menos tienen en el Jesús-María Fuensanta», concluye.