Los continuos retrasos en la ejecución de las variantes diseñadas en la N-340 y la N-332 como alternativa a la autopista de peaje AP-7, que en algún caso se remontan al 2007, han agravado los problemas de tráfico y seguridad vial denunciados por los 84 municipios valencianos que se han unido para reivindicar ante el Gobierno central el adelanto del rescate parcial de algunos tramos de la AP-7 que el 31 de diciembre de 2019 dejará de estar explotada, si no hay una nueva prórroga de por medio, por la concesionaria Aumar.

Por el momento, tanto la Generalitat Valenciana como el ministerio de Fomento no contemplan otra opción que no sea esperar a la finalización del convenio actual, aunque la ejecución de las obras programadas podría haber evitar la «alta siniestralidad» detectada por los municipios firmantes coordinados por la Confederación de Asociaciones de Vecinos y Consumidores de la Comunitat Valenciana (Cave-Cova).

La confederación ha solicitado una entrevista con la ministra en funciones Ana Pastor, cuyo departamento no se ha pronunciado todavía „ayer lo intentó este periódico„ sobre la reivindicación vecinal.

Entre estas obras no finalizadas, que coinciden parcialmente con los tramos de mayor peligrosidad, figura la Ronda Sur de Elche o la variante de Cullera y Favara en la N-332. Se trata de una obra iniciada en marzo de 2007 con finalización prevista„por contrato„ en diciembre de 2011. Los trabajos se paralizaron en 2010 y en la nueva reprogramación, de abril de 2015, no se preve terminar hasta 2019, 13 años después de su inicio y prácticamente a las puertas de la liberalización de peaje.

También está pendiente la finalización de la variante de Benissa, apenas 4 kilómetros paralizados desde mayo de 2009, un punto negro de la Marina Alta que en el mejor de los casos no estará resuelto hasta el 2019. En este mismo caso aunque más reciente en su planteamiento se encuentra la duplicación de la variante de Torrevieja.

El único tramo alternativo a la AP-7 finalizado en esta legislatura „las obras comenzaron en 2008„ ha sido la variante Peñíscola-Benicarló-Vinarós.

Cave-Cova denuncia que la siniestrabilidad continúa entre Vinarós y Sagunt, Sueca-Campello y Alicante-Crevillent y exige adelantar el rescate, aunque eso obligaría a indemnizar a Aumar (Abertis), que ha pedido judicialmente compensaciones por la caída del tráfico en tramos situados en Cataluña.