El retrato es crudo: «Una familia sin niños, con hogares solitarios, con cada vez menos matrimonios y cada vez más rotos, con familias cada vez más insatisfechas por la falta de la conciliación de su vida laboral y familiar». La síntesis es de Eduardo Hertfelder, presidente del Instituto de Política Familiar, que ayer presentó el informe «Evolución de la Familia en España 2016» con datos significativos en la Comunitat Valenciana que reflejan una gran transformación subterránea.

La batería de datos valencianos dice así: el 41 % de los hijos ya nacen fuera del matrimonio; por cada cien matrimonios que se contraen, hay 73 que se rompen; tres de cada cuatro enlaces matrimoniales ya se formalizan según el rito civil; los hogares han bajado a una media de 2,45 miembros; las personas se casan a los 35,6 años de media; y el primer hijo no llega hasta los 31,7 años de la madre, un parámetro donde la Comunitat Valenciana es la quinta con edad más joven de España.

La Comunitat Valenciana es la tercera española en tasa de ruptura/nupcialidad. Ampliando el foco, se percibe el peso de este dato. La media de la Unión Europea es de 46 rupturas por cada cien enlaces. En la Comunitat Valenciana aumenta hasta los 73 divorcios, casi treinta puntos más que en el resto de Europa. La media española es de 65 rupturas por cada cien matrimonios formalizados.

No se garantiza tener hijos

El informe presentado ayer sostiene que existe «una relación directa entre el agravamiento de la problemática de la familia y la escasa ayuda y protección a la misma por parte de las Administraciones». Según el presidente del Instituto de Política Familiar, en España no está garantizado el derecho de los padres a tener el número de hijos que deseen. El estudio afirma que las prestaciones a la familia se han devaluado un 11% entre 2009 y 2014, al pasar del 1,47% del PIB al 1,31%. La media europea, dicen, es del 2,2 %.