El cese de 37 interinos del cuerpo superior de técnicos de Tributos de la Generalita adscritos al nuevo Instituto Valenciano de la Agencia Tributaria (IVAT) podría afectar a la gestión de los impuestos propios. Al menos eso afirman los trabajadores despedidos que ayer convocaron una concentración frente a las Corts para denunciar las consecuencias de un despido anunciado hace meses, pero que se hizo efectivo ayer.

Tal como ha venido informando este diario, la reconversión de los puestos de trabajo de inspectores de tributos, así como el diseño del nuevo IVAT (un proceso iniciado la pasada legislatura) ha generado un incendio en la Dirección General de Tributos donde desde hace meses el ambiente era irrespirable.

El enfrentamiento entre las partes se ha ido larvando a lo largo de los años y ha llegado a posiciones irreconciliables: la de la Administración que cree que estos interinos deben ocupar una categoría inferior a los inspectores de carrera (A1) y aprobar una oposición para seguir en nómina y la de los interinos, que se sienten utilizados al considerar que durante años han llevado el peso de la gestión de los tributos.

Ya en tiempos del PP, la Conselleria de Hacienda optó por una estructura de gestión de los tributos propios (Impuesto de Transmisiones, Patrimonio, etc) inspirada en la Agencia Tributaria, lo que implicaba la reclasificación de los puestos de trabajo. Hacienda ha convocado varias ofertas para cubrir los nuevos puestos, pero el proceso requería el cese de los cerca de 40 interinos.

En principio, Tributos contemplaba un despido temporal, para volver a contratarlos como interinos en la categoría de A2 hasta que los puestos fueron cubiertos mediante concurso-oposición. Los interinos, sin embargo, se opusieron a esta solución al considerarla ilegal. También lo vio así la consellera Gabriela Bravo que frenó durante semanas los despidos. Los interinos han acudido a los tribunales e iniciado movilizaciones. Así, han elaborado un informe sobre las consecuencias que, en su opinión, tendrá su salida para una plantilla ya de por sí insuficiente.

Conselleria niega bloqueo

El colectivo asegura que, con su marcha, muchas de las tareas quedarán sin cubrir ya que sólo queda activo personal auxiliar que procede de la Administración General y una veintena de inspectores de tributos de carrera para la C. Valenciana. En el documento indican que apenas queda personal cualificado para gestionar impuestos tan importantes como el de Transmisiones Patrimoniales o el de Sucesiones. Y ponen el foco en la lucha contra el fraude fiscal, uno de los objetivos del nuevo Consell. Indican que ellos se dedicaban precisamente a esta campaña.

Por su parte, desde la Conselleria de Hacienda se mantuvo ayer que la gestión no se verá en modo alguna afectada. En los próximos días se incorporarán los 12 técnicos tributarios que han aprobado la primera oposición y habrá más exámenes en los dos próximos años. Para cubrir el resto de plazas se trabajarán nuevos interinos de forma provisional, aquellos que han quedado en la nueva bolsa. Desde la Direccion de Tributos se admitió que no existía interés en cambiar unos interinos por otros, pero acusaron a los cesados de imposibilitar otra solución.