Llevan meses denunciando las «irregularidades» realizadas por el anterior Consell en temas de vivienda. Impagos, resoluciones guardadas en cajones, ayudas con orden de ser denegadas a quienes sí cumplían los requisitos, reconocimiento de pagos al ministerio que no se efectuaron a los usuarios... Ayer, sin embargo, la conselleria de Vivienda dio a conocer el plan de ayudas al alquiler y a la rehabilitación que ha previsto para este año 2016 y que cuenta con una dotación económica de 26 millones de euros. De esta cuantía global, 7,9 millones de destinará a ayudas de alquiler de vivienda y 18 para rehabilitación, de los que dos (un 10%) salen directamente de los fondos del Consell, por primera vez. Las ayudas de este año se podrán solicitar en cuanto se publique la orden en el DOCV (que se prevé para finales de esta semana o principios de la próxima). A partir de ese momento, el plazo para presentar la documentación es de un mes.

La consellera de Vivienda, Obras Públicas y Vertebración del territorio, Maria José Salvador destacó, como principal novedad, la supresión de algunos criterios para acceder a las ayudas (como el número de metros cuadrados de la vivienda) y la ampliación de otros. ¿El objetivo? «Que las ayudas lleguen a quienes las necesitan. Que los vecinos recuperen la confianza porque nosotros sí vamos a pagar en tiempo y forma. El esfuerzo ha sido titánico, y agradezco el trabajo de los funcionarios que, mientras arreglaban los desaguisados del anterior gobierno preparaban esta orden», explicó ayer Salvador, que presentó el plan junto a la directora general de Vivienda, Rebeca Torró.

Como principal novedad de las ayudas al alquiler destaca, de entrada, la prioridad establecida para colectivos vulnerables como los afectados por los desahucios, jóvenes menores de 30 años, familias monoparentales, personas con diversidad funcional, víctimas de violencia de género y jóvenes extutelados por la Generalitat Valenciana.

Los colectivos más vulnerables tendrán prioridad, lo que no significa que las ayudes se queden ahí, ni mucho menos. Los ingresos totales de los miembros que viven en la casa no podrán ser superiores a tres veces el IPREM (Indicador Público de Renta de Efectos Múltiples), lo que se traduce en unos 22.300 euros anuales para una «unidad de convivencia» formada sólo por una persona, 29.000 en el caso de un adulto y un menor, 33.500 con dos adultos y 47.000 con dos adultos y dos menores.

La ayuda consiste en subvencionar el alquiler durante 2016 en hasta un 40%, con un máximo anual de 2.400 euros.

Un 10 % adicional del Consell

Las ayudas a la rehabilitación, por su parte, tienen por objeto favorecer la construcción mediante obras de sostenibilidad, conservación y accesibilidad. Se subvenciona hasta el 35% de las obras con un máximo de 2.000 euros por vivienda en el caso de las obras de conservación y de sostenibilidad, y un máximo de 4.000 euros por vivienda en el caso de obras de mejora de la accesibilidad.

La conselleria de vivienda, sin embargo, da un paso más y subvencionará con un 10 % adicional, hasta un máximo de 4.000 euros por vivienda, aquellos casos en los que el 60% de los propietarios del edificio tenga unos ingresos inferiores a 3,5 veces el IPREM.

Los requisitos para poder acceder a las ayudas de rehabilitación de 2016 don dos: Que sean edificios de residencia colectiva construidos antes de 1981 y que el menos el 70% de los propietarios tengan allí el domicilio habitual.