«No me gusta que se tergiverse la palabra libertad porque la verdad es que no se estaban manifestando por la libertad, la libertad está garantizada. Los padres y familias pueden elegir perfectamente el centro al que llevar a sus hijos, a nadie se le está obligando a llevarlos a un centro determinado». Así se ha expresado el conseller de Educación, Vicent Marzà, en declaraciones a Levante-EMV, tras las movilizaciones de un sector de la escuela concertada de las últimas semanas.
Marzà considera que detrás de las protestas hay otros intereses. «La gente del Partido Popular se manifiesta por unas elecciones y la gente de la patronal de la concertada por un negocio. No están defendiendo la realidad de las familias. No entendemos que se pueda prostituir la palabra libertad cuando algunos lo que quieren son privilegios», asevera.
Respecto a la respuesta multitudinaria que tuvo la protesta, opina que «no se ha explicado bien o algunas personas no han informado como corresponde y, por tanto, las informaciones que han llegado directamente a las familias no han sido sobre las que hemos estado trabajando».
Ante los ataques del PP, «que forma parte desde el primer día de la mal denominada plataforma por la libertad de centro», Marzà replica que «lo que pasaba hasta ahora es que no se aplicaba la ley». «Nosotros aplicamos la ley, y lo que hacemos es planificar y gestionar los recursos públicos de forma eficiente», dice.
El conseller insiste en que «cualquier centro concertado que cumpla la ley no tendrá ningún problema; aquellos concertados que están haciendo una función social igual que otros públicos, o incluso mejor, que los hay, no tendrán problema». No obstante, vuelve a advertir de que «los que están incumpliendo la ley, ya sea por la ratio o porque están cobrando a las familias, y los que no cumplen su función, son sobre los que actuaremos». Con estas medidas, opina que está dando «seguridad jurídica a las familias» porque «ahora pueden matricular sabiendo que el aula está concertada».
Sobre el control que debe ejercer Educación para que las familias no tengan que abonar cuotas en los colegios concertados, Marzà afirma que «no se puede obligar a los padres a pagar y eso estaba pasando en algunos centros, por eso hemos actuado». «Nosotros sí que estamos mirando por la libertad de las familias porque no estarán coaccionadas para ir a uno u otro centro y podrán elegir entre todos. De hecho ya lo han hecho. Por primera vez podían poner diez centros y los diez baremaban», explica Marzà.
Dado que ciertos sectores de la comunidad privada temen que está por llegar el verdadero recorte de la concertada con el bachillerato el año que viene, el conseller indica que «cuando un concierto caduca, lo que hay que hacer es renegociar y, cuando llegue ese momento, se aplicará la lógica». «La escolaridad no obligatoria, como dice la palabra, no es obligatorio que se concierte y, por tanto, lo que haremos será negociar los conciertos que corresponda donde no llegue la pública. Si podemos cumplir la escolaridad no obligatoria en toda la red pública no tenemos por qué subcontratar a una empresa privada», afirma.
En el caso de la formación profesional básica, el conseller afirma que su departamento ha aumentado la oferta de la pública a través de «la apertura de muchísimas aulas para el año que viene» para «llegar a donde hasta ahora no se llegaba, desde la administración pública». «Si no se llega, se concertará, que para eso se creó la escuela concertada, es un servicio con la empresa privada», insiste.
La posibilidad de un pacto educativo no la ve cercana el conseller pero tampoco imposible. «Por desgracia, estamos en una campaña continua y es difícil que algunos partidos puedan llegar a acuerdos cuando lo que miran son sus votos», dice con rotundidad para añadir que «hace años hubo una oportunidad de hacer un pacto, se llegó a decir que era una ley de educación pactada pero no firmada, lo dijeron representantes del Partido Popular cuando hubo una oportunidad de hacerlo mientras el ministro era el señor Gabilondo. Estamos seguros de que cuando algunos se tranquilicen un poco más, podremos llegar a pactos que nosotros tenemos toda la voluntad de hacer y de consensuar».
Enseñanza del inglés
En las críticas sobre la enseñanza de los idiomas y el número de horas que se dedican al valenciano y al inglés, el conseller asegura que no hay «diferencia». «Lo que queremos es que todos los niños lleguen a aprender y dominar de forma efectiva las dos lenguas oficiales de nuestro territorio, y además una lengua internacional de comunicación como el inglés, y nociones de una cuarta lengua, algo que hasta ahora no pasaba. Estamos por el dos más dos del Consejo de Europa», explica. Para el conseller, no se trata de hablar de cuántas horas, cuánto tiempo o cuánta exposición tienen los alumnos a una determinada lengua, sino cómo se enseñan las lenguas y cómo se interactúa desde el aula para que se aprendan». «Para conseguirlo estamos recopilando todas las experiencias de éxito que hay en los centros educativos para poner en valor lo que ya está funcionando y, al mismo tiempo, preguntar a los que saben sobre aprendizaje y examen de lenguas, que son las universidades, que nos digan en nuestro contexto, en una realidad con dos lenguas oficiales, cuál es la mejor manera», concluye.
