El próximo curso arrancará el jueves 8 de septiembre, como ya adelantó Levante-EMV en exclusiva el 20 de mayo. En Infantil y Primaria los niños tendrán entre 180 y 182 días lectivos (de 848 a 858 horas), pues las clases acabarán el viernes 16 de junio. A estas jornadas habrá que descontar los tres días de fiesta local de cada municipio, con lo que la horquilla se quedará entre 177 y 179 jornadas de clase, por encima de los 175 días mínimos que fija la ley estatal. Todas la enseñanzas de Régimen General (Infantil 3-5 años, Primaria, ESO, FP Básica, Bachillerato y FP) empezarán a la vez el día 8 de septiembre.

El calendario escolar de la C. Valenciana se publica después de que Cantabria haya acordado con los sindicatos docentes una reorganización de los periodos lectivos en base a criterios pedagógicos, como en la mayoría de la UE. La propuesta alterna una semana de descanso cada dos meses de clase aproximadamente. Para alcanzar los 175 días lectivos mínimos alargará una semana el curso.

El pacto en dicha región apela a la «racionalidad pedagógica», desvinculando el calendario escolar de las festividades religiosas, algunas de ellas móviles al depender de las fases de la luna como Semana Santa. Se busca «mejorar el aprendizaje» al combinar periodos lectivos más cortos con semanas de descanso. Esto supone también pasar de organizar el curso en tres trimestres a hacerlo en cinco bimestres y, por tanto, aumentar las evaluaciones.

Básicamente los calendarios de ambas autonomías coinciden tanto en el incio del curso como en las vacaciones de Navidad y Semana Santa-Pascua. La novedad es que Cantabria introduce su primera semana de vacaciones extra del 31 de octubre al 4 de noviembre y la segunda del 27 de febrero al 3 de marzo. Esta última ya se celebra en muchas autonomías como Semana Blanca o de Carnaval y, por su cercanía, se podía equiparar al parón de Fallas.

Terminar a finales de junio

La semana de vacaciones que tendrán los niños cántabros en noviembre obliga a alargar el final de curso hasta el 20 de junio en Infantil y Primaria y al 27 de dicho mes en Secundarida, cinco días lectivos más en ambas etapas con respecto a la Comunitat.

El presidente de la Associació de Directors de Infantil y Primària (ADIP-PV), Vicent Ripoll, considera que «pedagógicamente es conviente para los niños parar una semana cada 40 días de clase, pues les viene bien para oxigenarse, pero eso supone crear un problema de conciliación a los padres, que van a tener que buscarse la vida durante esos días».

Marius Fullana, presidente de la confederación autonómica de Ampas Gonzalo Anaya, apuesta «por un calendario escolar más equilibrado que no dependa de las fiestas religiosas». A su juicio ello no dificultaría más la conciliación, «pues las vacaciones de Pascua ya son un problema para los padres que no son docentes.

El principal problema para ambos es acabar las clases en la última semana de junio, algo que nunca se ha ocurrido en la C. Valenciana debido a las altas temperaturas. «Lo primero son los niños y los centros docentes no están acondicionados para soportar el calor tanto de la última semana de junio como de la primera de septiembre», opina Fullana. Ripoll tampoco ve factible aplicar al litoral mediterráneo una propuesta de la costa cantábrica: «el tema climatológico influye mucho y ahora mismo ya estamos al límite con 30 ºC en las aulas».