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Así somos: lo bueno y lo malo

Soler lamenta la emigración de capital humano de excelencia y Boira pide infraestructuras a escala micro

El conseller Vicent Soler aboga por una Via Valenciana 4.0 y alude a debilidades y fortalezas. En el saco negativo introduce la baja productividad, la especialización sectorial poco intensiva en capital, la alta sensibilidad al ciclo económico, la escasez de grandes empresas, el bajo nivel de gasto en I+D+i, la falta de conexiones en transporte, el deterioro de la imagen colectiva y la debilidad del sistema de atención y cuidado a las personas.

Pero hay un saco positivo por explotar: un tejido industrial consolidado, la presencia de clústeres o distritos industriales, la tradición exportadora, el fuerte empuje de los servicios de mercado, la importancia de la economía social, la calidad y diversidad de los productos turísticos, la abundante oferta de capital humano y el rico tejido de universidades, institutos tecnológicos y otros centros de formación.

Hay otros nubarrones, como la falta de crédito en empresas para el I+D+i, la infrafinanciación de la Generalitat o la emigración de capital humano de excelencia».

El mapa manda. Hay que poner las infraestructuras al servicio del modelo productivo, y jamás al revés. Es la tesis que defiende el secretario autonómico Josep Vicent Boira. «Hay que rehacer las infraestructuras a escala micro y hacerlas sensibles a las diferencias. Se ha de acabar con la idea de ´café para todos´, sin sensibilidad a las diferencias. Pero, para hacerlo, primero hay que analizar el modelo productivo y, a partir de él, derivar las infraestructuras, y no al revés».

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