«Marzà ha llenado la olla a presión y no se da cuenta de que le va a estallar». Julia María Llopis, presidenta de la Confederación Católica de padres de alumnos en la Comunitat Valenciana (Concapa) prevé que el curso escolar empezará «con bronca». La representante de las Ampas de las escuelas católicas en la Comunitat Valenciana y la provincia de Alicante, explica los frentes abiertos con la Conselleria de Educación y anuncia «movilizaciones importantes» en octubre «si el conseller mueve ficha».

El primer problema que augura Llopis es la distribución de libros de texto de la XarxaLlibres. «Ha creado una incertidumbre total en centros tanto públicos como concertados», apunta sobre el conseller, y añade que en segundo y cuarto de ESO los libros cambian, por lo que los que se han entregado no van a poder ser utilizados. «Educación solo destina un 10 % a reponer los que faltan, ¿con qué dinero se compra la diferencia? A un colegio con un millar de alumnos la XarxaLlibres le puede costar 200.000 euros en el banco de libros», se pregunta.

Por eso cree que con el dinero que Educación ha anunciado que va invertir en la compra de nuevos libros «no basta» y va a haber «problemas de distribución, ya que al no haber suficientes pedidos, las editoriales editarán menos ejemplares y se quedarán cortas».

Por tanto, Llopis cree que el curso «empezará con bronca porque el que llevó los libros del curso pasado espera recibir los de este y le van a decir que no». También se lamenta de que las familias que no se acogen al banco tampoco tienen derecho a los 160 euros del cheque-libro para los niños de primero y segundo de Primaria, por lo que deduce que los padres «se van a encabronar».

Además, desde Concapa consideran que el inicio de curso va a ser «desastroso», ya que las comisiones de escolarización «no pudieron asignar vacantes a alumnos de Secundaria a finales de julio, y muchos no tendrán colegio asignado aún».

Otro frente abierto que mantienen las escuelas católicas con el Consell son los conciertos en Bachillerato, que Educación va a revisar. «A primeros de octubre va a haber movilizaciones importantes si el conseller mueve ficha», avisa Llopis, y añade que darán de plazo al conseller «hasta octubre para que presente el borrador de la ley que va a regir la renovación de los conciertos». «No vamos a esperar a la norma definitiva para salir a la calle, porque entonces será tarde; si quitan conciertos va a ser gordo», expone. Asimismo, insiste en que la conselleria sí ha recortado aulas en la concertada para el curso 2016-2017: «había un crecimiento vegetativo que ha cortado», se queja.

Sobre el valenciano, Llopis afirma de forma rotunda que «no soportamos las imposiciones» y cree que se está «cocinando algo y van a endurecerlo»; también culpa al conseller de Educación, Vicent Marzà, de favorecer al docente frente al alumno.

Pese a que aseguran que el departamento que dirige «ha hecho las cosas mal», también reconocen algunos aciertos. «Reducir la ratio fue ´chapó´ y también ampliar las clases de 45 minutos a una hora, «que fueron meteduras de pata de María José Català», asegura.