Los datos del informe de los directores y gerentes de servicios sociales no dejan en buena situación a la Comunitat Valenciana. Así, mientras la presencia de las localidades de las provincias de Valencia, Castelló y Alicante es numerosa a la hora de hablar de consistorios «pobres» y «precarios» en servicios sociales, no ocurre lo mismo en el lado contrario de la balanza: no hay representación valenciana en la lista de ayuntamientos «excelentes» en inversión social.

Las corporaciones en este ránking -Baza, Vélez-Málaga, las Palmas de Gran Canaria, San Juan de Aznalfarache, Linares, la Rinconada, Zaragoza, Molins de Rei, Miranda de Ebro, Montcada i Reixac, Martorell y Madrid- destacan por «su elevado presupuesto, que incluye un gasto por habitante y año superior a 100 euros en 2015, que este gasto no se haya reducido en 2016 y que represente más del 10 % del presupuesto total del ayuntamiento».

Los autores del documento exponen que «estos municipios han apostado por invertir en una de sus tareas más obvias: atender a sus convecinos y más en los momentos de mayor dificultad. Gastar más no siempre es sinónimo de gastar mejor. Pero, sin gastar lo suficiente será imposible tener unos servicios sociales dignos».