Llevan décadas recogiendo tellinas a pie en el litoral valenciano. Sin embargo, la Conselleria de Agricultura, Medio Ambiente, Cambio Climático y Desarrollo Rural limitó hace tres años esta actividad a las zonas de producción de las cofradías correspondientes. De esta forma, la Cofradía de Pescadores de Valencia solo puede marisquear a pie en la denominada zona CVA-6, que discurre entre la playa de Pinedo y la Gola del Perelló. ¿El problema? Que en esta zona no hay tellinas. «En esta cofradía somos 12 marisqueros y llevamos años sin poder trabajar. Ya no podemos más. En la zona que tenemos asignada no hay producción. La única parte donde hay más tellinas es entre el Perelló y el Perellonet, y eso son apenas 3 kilómetros para doce personas. Así no podemos seguir». Es la voz de Diego Cerezo, uno de los doce marisqueros de Valencia que exige a la conselleria que derogue la limitación de las zonas y les permita desplazarse hasta costas de mayor producción, como la de Dénia, Gandia o Cullera.
Hacia el norte tampoco pueden coger tellinas. Y es que la conselleria también prohibió hace años la captura de bivalvos en la zona que comprende desde el Puerto de Valencia hasta el Cabo de Canet —a la Cofradía de Pescadores de Valencia le correspondería desde la playa de la Malva-rosa hasta la de la Pobla de Farnals— ya que «es una zona muy próxima a las ciudades donde se ubican varias depuradoras. Eso hace que la zona pueda, en ocasiones muy puntuales por fuertes temporales o por un error en las depuradoras, sufrir algún vertido y debido a la suciedad, puede que exista algún pico de bacteria e-colis en el agua. Por ello, se exigía que, en el caso de coger tellinas en esa zona pasen por un centro de depuración y no hay ninguno en la provincia de Valencia. Por eso se prohibió coger tellinas en esta zona. Las clochinas, sin embargo, no tienen problema alguno en esta misma zona porque sí existen centros de depuración», explican fuentes de la Conselleria de Agricultura.
Depuración obligada
De hecho, los pescadores de Valencia saben que la posible presencia de la bacteria e-colis en el agua, aunque solo sea de forma puntual o esporádica, es el motivo por el que tampoco pueden trabajar en una zona que sí les corresponde, que sí tiene producción, pero que también les está vetada. «Nos parece un poco absurdo porque para que esa bacteria afectara al organismo una persona debería consumir 2,5 kilos de tellinas crudas», afirman.
Sobre la obligatoriedad de depurar el marisco que se capture en estas zonas también tienen una alternativa. «Solo existen dos depuradoras de tellinas y están en Alicante y en Santa Pola. Nosotros conocemos a empresas aquí, en el Puerto de Valencia, que nos podrían depurar el producto, pero la realidad es que no podemos marisquear en esta zona. Nos limitan la costa y nos adjudican una zona sin producción», lamentan. Y recalcan que, en un horario de invierno que les permite marisquear desde las 6 de la mañana hasta las 14 horas «la media por persona es de 1 kilo de tellinas al día, es decir 12 euros diarios».
Desde la conselleria aseguran que el Decreto 94/2013, que limita el ejercicio de la actividad a las zonas de producción de las cofradías, se hizo «para conseguir un adecuado control de las capturas y de su paso por el centro de expedición y en su caso por el centro de depuración pertinente, pues se constató que a pesar de haber cierta actividad de marisqueo a pie no se producían pasos por los centros de depuración ni por los de expedición autorizados». Además, insisten en que cumplir los reglamentos de higiene «nos obliga a clasificar las zonas de producción de moluscos».
