Veintisiete son las actuaciones que en una noche realizó la Policía Local de Valencia para atender a las personas sin techo. Desde última hora de la tarde hasta la madrugada del martes al miércoles, agentes y miembros de Protección Civil patrullaron las calles de Valencia para intentar que ninguna persona pernoctara al raso. Es parte de las medidas que el Ayuntamiento de Valencia ha implantado en estos días de frío y que, según comunicaron ayer, prevén extender durante toda la semana.

Según la concejalía de de Protección Ciudadana, un tercio de las personas a las que asistieron rechazaron ser trasladadas a albergues u otras dependencias para pasar la noche. Les repartieron mantas, ropa de abrigo o comida. En cuatro casos, sí aceptaron el ofrecimiento, y fueron alojados en Casa Caridad, con síntomas de hipotermia. Esta entidad -abierta las 24 horas de los 365 días del año- habilitó quince camas extra para esta situación de emergencia, nueve de las cuáles ya se habían ocupado ayer a mediodía, ya que otras cinco personas llegaron por sus propios medios.

La Policía Local contó con la colaboración de 14 voluntarios de Protección Civil, quienes además de en las calles, también estuvieron presentes en la boca de la estación de metro Túria, que permaneció abierta por la noche para acoger a quienes buscaban refugio en una de las noches más frías de los últimos años. Allí, realizaron una atención sanitaria de carácter leve.

Ayuda ciudadana

En la estación coincidieron dos asociaciones de voluntarios que habitualmente asisten a los sintecho: Ca la Mare de Catarroja y Amigos de la Calle de Valencia.

Giovanna Rodríguez, de Ca la Mare, explicó ayer que acabaron su labor sobre las 2.30 horas de la madrugada de ayer, ya que la estación a partir de las 6 horas volvía a su funcionamiento y paso habitual de metros. Calculan que pernoctaron en el metro una docena de personas, a las que asistieron ofreciéndoles comida y ropa de cama y abrigo.

El gran número de voluntarios que se dio cita en el metro, decidió repartirse en grupos por las calles de Valencia para atender a aquellas personas que -por distancia o desconocimiento- no podían acercarse hasta Túria. Esto lo realizaron hasta las dos de la madrugada, para no interrumpir su sueño, apuntaron desde la asociación.

Desde la concejalía de Bienestar Social apuntaron que el hecho de que una docena de personas decidiera aprovechar la apertura de la boca del metro ya es positivo, porque son más que el año pasado, cuando la medida no caló.

Además, aseguran que las personas sin hogar han contado en todo momento con información, porque en los últimos días han recibido la visita de agentes de policías y de las asociaciones que habitualmente les asisten. «Lo importante es que decidan lo que decidan, estén atendidos y se les dé la opción de ir a albergues o al metro. La tarea de información se ha realizado», destacaron.

Según matizan desde el consistorio, muchos no acceden a alojarse en las dependencias municipales por «varios motivos», como «miedo a abandonar sus pertinencias». Por este motivo, ya hay un albergue de baja exigencia en el Carme, y el Ayuntamiento estudia con conselleria abrir un centro de día de estas características. También recuerdan que el gobierno municipal trabaja por la reinserción de los indigentes y prepara un parque de viviendas sociales.